36. Sus botoncitos rosas.

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Jungkook se estacionó enfrente del departamento de Jimin, en todo el camino no le había soltado la mano. No emitían palabra alguna, pues estas sobraban, pero con sus miradas se decían todo, estas eran las protagonistas de la situación.

Jungkook se sentía totalmente enamorado, los besos de Jimin eran ardientes y la manera en la que reaccionaba lo había dejado anhelando el pasado, esa noche en la que se habían entregado al placer, la manera en que Jimin había tomado toda su extensión hasta el fondo con solo 15 años.

- Muchas gracias por todo.

Jimin se acercó de nuevo y él solo dejó de respirar cuando sintió sus dulces labios de nuevo besandolo. Le devolvió el beso y acarició su rostro, luego ajustó su abrigo. No quería que esa noche terminara, quería seguir a su lado, disfrutando de él, había pasado demasiado tiempo desde que habían tenido la misma confianza, tanto tiempo distanciados, el dolor que había sentido ahora estaba olvidado.

- Fue todo un placer.

Jimin se separó de él y Jungkook le abrió la puerta del carro, lo tomó de la mano y caminaron juntos hacia la entrada del edificio.

- ¿Cómo le hiciste para conseguir el Yate? - no pudo evitar preguntar aquello. Su curiosidad había ganado.

- Es del padre de Yoongi. - respondió sin más.

-¡Qué! ¿Y cómo fue que se te ocurrió?

Sintió un ligero golpe en su brazo, pero el se burlaba de su idea.

- Pues si rentaba un restaurante completo hubiese quedado como un tonto.

Se empezaron a reír por tal respuesta y Jimin lo abrazó de nuevo, volvió a sentir sus labios en la base de su cuello. Jungkook dejó de reírse y contuvo el aliento, tomó fortaleza del amor que sentía por él para poder recibir sus caricias sin reaccionar como su cuerpo se lo estaba pidiendo.

Él besó sin piedad su cuello una y otra vez. ¿Qué es lo buscaba? ¿Quería que lo tomara justo allí, en la entrada de su edificio? Jungkook lo abrazó fuerte y Jimin quedó estampado contra su cuerpo parando sus movimientos. Este gimió ante el abrazo. Joder que eso le gustaba, que él lo apretara contra su cuerpo.

- Hasta mañana Jimin.

- Hasta mañana Kookie.

La mente de Jungkook sufrió un colapso al escucharlo, tantas veces que él le había llamado de esa misma manera. Pero Jimin solo se soltó de sus brazos y caminó de espaldas sonriendo coquetamente. Luego solo le dijo adiós con su mano libre, abrazó sus flores y se dio la vuelta dejándolo allí muerto de amor.

▪︎

- Tae, Jungkook vendrá por mi hoy - trató que su voz contuviera la emoción pero no podía, él era demasiado bueno.

- Si Minie. Me voy por que veré a Yoongi en la entrada.

Jimin se asomó por la ventana y vio que él ya estaba esperándolo. ¡Ahh!, el día anterior había luchado contra las ganas de pedirle que fueran a su casa y terminar fundiendose en sus toques.

Bajo rápidamente y lo vio allí distraído, pero cuando lo miró su cara cambió, le dedicó una mirada de deseo, se acercó rápidamente, podía sentir sus mejillas calientes. Ese día se habia vestido de negro su camisa era vaporosa y su pantalón estaba muy entallado en su glúteos.

- Jimin, hoy te ves demasiado guapo - Jimin se recargó en su pecho y le dio un beso en su quijada, su cuerpo era super calientito.

- Kook, crei que se te olvidaría venir por mi.

I miss you Donde viven las historias. Descúbrelo ahora