VI. Henar.

27 4 4
                                    

27 de septiembre de 2014.

He gritado desesperada en un silencio que solo parecía romperse al nombrarte.

Pusimos fin a lo que nunca ha sido. Porque comenzar a andar a tu lado dolía más que admitirme que todas mis ruinas las causaban tus pestañeos.

Muteo todas las voces que me dicen que aún te quiero. Porque la poca cordura que me queda sabe que echar a correr era la única solución a todo el ardor de tu presencia.

Me quiebro las cuerdas vocales en cada guitarra que me acerca todo lo que me alejaste de mí.

Dejo escocer tu ausencia para aprender a asimilar todo mi dolor y que no me tiemble el pulso cuando, por fin, deje de sentirme atada a ti.

He intentado tantas veces parar el llanto que ahora todo este mar me desborda sin saber flotar. 

Me desquicié intentando encontrar un salvavidas cuando lo único que necesitaba era dejar de chapotear.

He roto tantas promesas que ya no sé qué me diferencia de ti.

Si es por todo lo que no he mentido, por el daño que fui incapaz de causar o, quizá, el saber querer de verdad.

Cariño, si yo siempre he sido un libro abierto... y tú siempre leyendo entre líneas.

Has besado todos los argumentos que me negué a dar e intentaste cambiar un final que llevaba escrito mucho antes de versarnos.

Yo creo que, en el fondo, el problema siempre ha sido nuestra falta de comunicación y que, cuando yo lo veía todo a color, me convencías de la escala de grises que componía tu vida.

Pero yo ya salí de ahí, amor.

Descarrilé tantas veces cuando te interpusiste en mi camino que al final el accidente fue no encontrarte... en todos mis cuadernos, quiero decir.

Hace tanto que no derramo tinta de estos ojos que han vivido más por ti que por la poesía

que      ya     no     sé     qué     sentir.

Y no voy a ocultarlo, siempre empiezo rabiando por toda la pena que me dejaste de adorno al cuerpo, luego la siento, escuece una herida que no he sabido cicatrizar todavía

y luego, simplemente,

nada.

La nada más absoluta y aterradora.

Al final supongo que solo has sido eso:


VACÍO.

Crónicas de un yo pasado, tú presente y nuestro futuro.Where stories live. Discover now