Aun que sea solo por un día.

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Al día siguiente Irene se levantó temprano. Para ser principios de febrero hacía una mañana estupenda!
Decidió mandarle un mensaje a su amiga Carla, tenía que verla y hablar con ella, porque si alguién podría entender tanta locura, era ella!

Después de eso, inevitablemente releyó los mensajes con Inés. Le hacía tanta gracia que le llamase cosas como princesa y reina! ¡A ella! Pero era tan mona...
Algo tenía que hacer con esa ñoñería, y sabía perfectamente el que.


"Buenos días princesa! He soñado toda la noche contigo. Íbamos al cine y tu llevabas aquel body negro que me gusta tanto. ¡Solo pienso en ti princesa! ¡Pienso siempre en ti!"

Irene por un momento deseó que solo fuese la frase de una película.

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Inés acababa de abrir los ojos, le había despertado el sonido del móvil, al principio pensó en quién sería a esas horas, era mas temprano de lo normal, pero cuando miró el mensaje no pudo dejar de sonreir!
- Idiota...
Ojalá sientas todo lo que me has dicho Montero- pensó Inés, tirada en la cama, con su marido roncando al lado, mirando al techo, deseando amanecer en Madrid
Arrimadas contraatacó. Irene no era la única que se sabía frases bonitas.

"How wonderful life is while you're in the world..."

Inés se levantó de la cama, la discusión con Xavi le había dejado tocada. Quiso quitarle hierro al asunto, pensar que no era para tanto, pero lo cierto es que cualquier cosa que se dijese en contra de Irene, para Inés era un ataque a ella misma y no consentiría algo así jamás. Se calzó las deportivas y salió al parque, correr despejaba las ideas. Pero esa caminata por el parque, la despejó de todo menos de Irene.


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Irene iba hablando por teléfono con su amiga, habían quedado en encontrarse a medio camino, sus casas no estaban muy lejos. Carla era su mejor amiga, alguien que nada tenía que ver con la política, con ningún partido, pero que tenía que ver todo con Irene, con su infancia, adolescencia, ligues, secretos.
Esa amiga que sabe con quién te liaste en cuarto de primaria, pero que siempre ha guardado el secreto.
Por fin se encontraron, y se sentaron a la mesa, Carla se moría de ganas por hablar con su amiga, ¡había sido muy insistente!

- Bueno, ¡cuéntame! te he notado ansiosa por teléfono, ¿que has hecho ahora? Mira que si el secreto es muy grande voy a tener que traer un saco!

- Idiota! pues no es que sea un secreto... no se muy bien lo que es! vamos a pedir primero un café!

El camarero tomaba nota cuando a Irene le llegó un mensaje.

"How wonderful life is while you're in the world..."

Se le iluminó la cara... ¿sabéis esa sonrisa que te sale casi sin querer? ¿que hasta te quita el hipo? Irene sentía que ese mensaje era tan cierto como el suyo, y daba igual que se escondiesen en películas y canciones.

- Pero bueno, ¿Y esa cara? - Carla la sacó de sus pensamientos! - ¡Déjame ver lo que te acaba de llegar!

- No, no, no! tengo que contarte muchas cosas antes! y necesito que me escuches Carla, porque es muy fuerte. Muy fuerte.

Irene estaba entre seria, y emocionada y le empezó a contar.

- He conocido a alguien...bueno ya la conocía pero ahora la he conocido más.
- Espera. ¿"la"? ¿Una tía, Irene? Me prometiste que si te enamorabas de una mujer algún día, sería de mi!

- Mira que eres pava! no estoy enamorada! Vamos, imposible!. Hemos hablado dos veces, es solo que... no sé carla, siento algo, y es muy raro porque si te soy sincera, no ha habido tiempo para tanto.

- Venga Irene que ya conocemos nosotras, esos imposibles...

- Carla, es que no puede ser amor, es que cuando te diga de quién hablo, te vas a morir...- Irene intentó poner en orden sus ideas para explicarse mejor. - A ver te cuento todo y después me das tu opinión, ¿Vale?

-Perfecto, soy todo oidos, de verdad, me pondré seria.

Eso viniendo de Carla era casí un imposible pero lo cierto es que se portó muy bien y escuchó hasta el final.

- Verás, hace unos días tuve un encontronazo con alguien, me tiró un café por encima, empezamos a hablar y decidimos volver a vernos para compensarlo. Era la primera vez que hablaba con ella, siempre me había parecido una tia muy seria, vamos que me había parecido una imbecil! Pero... es que no la había visto sonreír jamás, y desde ese día no se me va su sonrisa de la mente. Dos días después me llevó a cenar, sentí que de repente la conocía desde siempre, y no echaba de menos nada.
Por un momento me olvidé que tenía una vida, que tenía marido, hijos, una vida lejos de esa mujer. Me quedo a solas para escribirle, ¡y no puedo parar de sonreirle al móvil!
Sabes cuando tienes quince años y el chico guapo te hace caso a ti y no al resto de chicas de clase, y te sientes la más afortunada del mundo? A su lado me siento así... la más afortunada del mundo.

- Irene a donde quieres llegar? Quieres dejar a Pablo?

- ¿Que? Ni de coña Carla, ¿Como voy a dejar a Pablo? Ni siquiera se lo que siente ella, y además está casada.

- Y si ella sintiese lo mismo que tú, ¿querrías dejar a Pablo?

- Creo que es muy precipitado hablar de eso ahora...
- Bueno, vale, dejemos de hablar de dejar a nadie. ¿Vas a decirme ya de quién se trata?

- No, espera. Antes de saberlo quiero que recuerdes aquella conversación que tuviste conmigo cuando me quedé embarazada, cuando todo se volvió serio de verdad con Pablo. Necesito que me digas que no soy una cabrona.

- Recuerdo esa conversación... te dije que no te preocupases si aparecía alguien en tu vida, que solo hay una vida, que la vivieses, la disfrutases, y que si ese alguien era la persona que te hiciese poner patas arriba tu vida, lo sabrías.

- Si...cuando dijiste lo de que la viviese y la disfrutase, me querías decir que hay ciertas cosas que se pueden perdonar? Quiero decir... si yo decidiese engañar a Pablo, saltarme las normas, besarla, que tenga lo que tenga que pasar y salir de dudas, no sería la peor persona del mundo?

- Irene cariño... Si esa persona fuese un ligue de una noche, te diría que lo has hecho como el culo. Pero si esa tía te está removiendo cielo y tierra aquí adentro - señaló su corazón- Tienes que saberlo, tienes que saber si es la persona que lo cambiará todo.

Ahora Irene tenía los ojos empañados.
 - Dios Carla, eso justamente es lo que me da miedo! Que no haya vuelta atrás, que después de eso no pueda vivir sin ella. Y te voy a decir una cosa, no va a pasar mi vida sin que lo intente, porque la duda me mata más que la verdad. Necesitaba saber que no era la peor persona del mundo, que estas cosas pasan...

- Amiga, dime quién es esa mujer, porque tiene que ser una gran mujer para tenerte así.

- Joder, vas a flipar...Es Arrimadas.

- Arri- que? Te estas enamorando de Inés Arrimadas?
Irene tuvo que apretarle la mano para que no gritase. La boca de Carla seguía abierta, y la de podemos no pudo hacer otra cosa que romper a reir. ¿Que esperaba?.
Irene le enseñó los mensajes con Inés, la verdad que parecía mucho mas cercana y cariñosa, y eso la tranquilizó un poco. Inés no era el diablo.

- Mira cariño, veo que esto es muy importante para ti, la semana que viene se celebra carnaval en el barrio, todo el mundo se disfraza, podrías coger un buen disfraz y llevarte a Inés, nadie sabría quién sois, a mi me pilla fuera, pero te puedo dejar las llaves de mi piso, y que tengáis vuestro propio refugio.

- ¿Harías eso por mi? - Carla asintió
- Tia... te quiero tanto...

Siguieron hablando,  pero Irene corrió a coger el móvil. Tenía la excusa perfecta para hacer venir a Inés.

"Elton John, tengo el plan perfecto para ti! Busca el disfraz de carnaval mas sexy que encuentres y vente a Madrid la semana que viene. Vamos a salir, a disfrutar, y a vivir. Pero sin que nadie sepa quién son esas dos mujeres que van arrasando la calle.
¿Quieres que dejemos de ser nosotras aunque sea solo por un día?"

Volcanes dormidos.Where stories live. Discover now