Melissa.

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Inés estaba de nuevo en Barcelona, no podía dejar de darle vueltas a todo lo que había pasado, a su decisión, a las lagrimas de Irene.
¿Estaban haciendo bien ignorando todo lo que les había pasado? Cada vez caía más en la cuenta de que no. Pero dar un paso al frente era dar un paso gigante. Vivían muy lejos, alguna de las dos tendría que cambiar eso, y estaba el tema de los niños, no es que a Inés le importase que los tuviese, pero eso significaría que sería ella quien dejase Barcelona.
Además no había hablado con nadie de esto... ¿Que pensarían sus amigos, sus padres, su hermana, los compañeros de partido?
Tenía muchas preguntas a las que no había dado respuesta, pero había una pregunta que si la tenía.
Sabía perfectamente cual era la razón por la que solo podía pensar en Irene,  y por la que era incapaz de volver a acostarse con Xavi, besar a Xavi, abrazar a Xavi. No quería nada con Xavi!
Estaba irrevocablemente enamorada de Irene Montero.

Había ido al despacho, no quería estar en casa. Alguien toco a la puerta, era Melissa.
- Hola reina! Ya es mediodía y no has salido en toda la mañana! te apetece venir a comer?
Inés miró a Mel, que tal si se lo contaba? Necesitaba hablar con alguien, algo dentro de ella iba a explotar si no lo hacía.
- Hola Mel cariño, pasa.
- ¿Te pasa algo? estas muy rara ultimamente, Albert esta preocupado, y yo también.
- Si, la verdad es que si que me pasa algo Mel...
- Y ¿puedo ayudarte?
- ¿Puedes guardarme un secreto?
Melissa vio en su cara que algo no iba bien. Se sentó a su lado y le cogió la mano.
- Eh cielo... puedes confiar en mi, ¿que te pasa?
Inés rompió a llorar de nuevo. Tenía días para todos los gustos, pero sin duda este era uno de los peores.
- Inés, por favor, no llores. - cogió un pañuelo y se lo alcanzó. - Toma cariño. Que te parece si mientras te tranquilizas, pido algo para comer? así, si necesitas llorar, no estaremos en un restaurante lleno de gente.
Melissa le sonrió confidente, Inés asintió y llamaron para pedir Pizza, ese día no estaba para contar calorías.

- ¿Quieres hablar ya?
- Si. - Inés hizo una pausa y cogió aire. - Mel, quiero divorciarme.
La cara de Melissa era un cuadro.
-¿Quieres divorciarte?- Melissa creía haber escuchado mal. - ¿Por que Inés? ¿Que ha pasado?
-Ha pasado que me he enamorado de otra persona Mel... Y que por miedo a dar ese pasó, tome la decisión de frenarlo. Y no se que me daba mas miedo de todo! si divorciarme de Xavi, apostar por una relación que quizás no funcionase, o peor aún, que funcionase y no hubiese vuelta atrás!
- Inés para un poco...¿te da mas miedo que funcione o que no?
- Me da miedo todo. Pero siento pánico de pensar que no lo hará por mi culpa. Que no lo he intentado lo suficiente, que no le he hecho ver hasta que punto llega todo lo que siento aquí dentro.

Dos lagrimas volvieron a recorrer las mejillas de Inés.
- Mel, estoy mal porque lo he aceptado, porque dos segundos antes de empezar a contarte esto, lo he aceptado.
- Me estas volviendo loca Inés... ¿Que has aceptado? y de quién te has enamorado?
- He aceptado que es amor Mel. Que no basta con que me diga a mi misma " No Inés, tiremos por el camino fácil, aún se puede volver atrás." No! No ha bastado en ningún momento, y elijo la única opción posible o me muero.
- Vale, lo pillo. Has aceptado que te has enamorado de otro hombre y que quieres dejar a Xavi. Tienes idea de  la cantidad de mujeres que pasan por eso? No me malinterpretes! No es que sea poco importante lo tuyo, solo quiero quitarle un poco de hierro al asunto. Eres una mujer independiente, con trabajo, con futuro... la pregunta es si él está tan enamorado como tú.

Inés miró a Melissa y no puedo evitar una carcajada!
Visto así era muy sencillo,  y se moría por ver la cara de Mel cuando Inés pronunciase el nombre de  Irene.
- Ay Mel... eres maravillosa!
- Pero ahora por que te ríes!! vas a volverme loca!!! - Melissa levantaba los brazos y hacía aspavientos.
- Jajaja Melissa para! Esto es un poco mas complicado. Aun que respondiendo a esa pregunta, creo que el amor es totalmente mutuo... 
- Pero que puede ser complicado, cariño? Te has enamorado! Solo hay una vida, sal ahí a fuera, busca a ese macho ibérico y dile que Inés Arrimadas esta preparada para corresponderle! es más, dile que si te rompe el corazón, voy a partirle las piernas!

Inés trató de frenar el monologo de Melissa, pero estaba tan emocionada que no la escuchaba, así que cogió aire.
- Es una mujer!
Había levantado la voz mas de lo esperado, por suerte al medio día no había mucha gente en la oficina.
- ¿Que? ¿Una tía?
Esta vez la carcajada era de Melissa.
- Tía, tía, tía!!!!!!! es que eso si que no me lo esperaba!!!! Por eso estás tan trágica!! te ha robado el corazón un chochitooo!
- Oh venga ya! no puedes hablar de ella como un chochito!!
- Vale, vale perdona! Bueno... vale, es una mujer, y que? sigo pensando lo mismo cariño, sal ahí fuera, busca a esa gran mujer que te ha robado el corazón, y dile que la quieres a ella.
- Mel. - Inés puso las manos sobre la mesa, y con tono tan serio como sarcástico empezó su propio monologo.
- Se llama Irene Montero, tiene dos hijos con un tipo que se llama Pablo Iglesias, te sonará. La he llamado comunista cien veces en televisión, es todo lo contrario a lo que soy yo en todo mi ser. Le tiré un café por encima en una cafetería, luego me la lleve a cenar. A la semana siguiente me disfracé de dama de burdel y me acosté con ella cinco veces en casa de una amiga suya, cuatro por la noche y una por la mañana sin una gota de alcohol en mi cuerpo. Le dije que la quería, y cuando ya no había vuelta atrás y me había robado el corazón, le mande un puto mensaje y le dije que lo mejor era seguir como antes. Desde entonces solo pienso en ella, río por ella, lloro por ella, y vivo por ella a 600 kilometros de distancia, que solo pienso en recorrer mil veces para ir a verla...ah y... Ayer tuvimos sexo en el baño viejo de la cafetería del principio.

Melissa se levantó, movía las manos muy rápido. Tenía la boca tan abierta que si seguía se acabaría tocando un tobillo.
- Joder Inés! joder joder joder!!!!!!!!!!!!!  Irene Montero!!! en serio?

 Melissa volvió a sentarse.
- Creo que me estoy mareando, dame pizza.
- Será que estás entendiendo mi drama?
- Entenderlo? lo estoy flipando! No me dejó así ni el porro de Albert el sábado!
- Jajajaj eres una bestia!!
- Yo? no querida! tuuuu eres una bestia! te has enamorado de la oposición!!
- Lo sé, lo sé!! Melissa es ahora cuando necesito que me tranquilices! no lo he hablado con nadie, eres la primera persona a quién se lo cuento...
- Vale, mira voy a preguntarte esto de nuevo y quiero que me respondas alto y claro... ¿Estás enamorada de Irene Montero?
Inés puso cara de desesperación.
- Si Melissa, si! estoy enamorada de Irene Montero.
- Y... me confirmas rotundamente, que Irene esta enamorada de ti?
- Si. Lo sé, no solo porque me lo haya dicho... Lo sé porque lo siento, porque lo veo en sus ojos, porque lo noto en sus ganas.
- Vale cariño mira, no voy a negarte que me he sorprendido muchísimo... y sinceramente si me estuvieses contando esto por teléfono tendría que quedar contigo para mirarte a los ojos y comprobar que es cierto.
Inés bajó la mirada, al parecer sus ojos hablaban incluso más que sus palabras.

- ¿Crees que hay forma de que esto salga bien?
- Creo que si no lo intentas no lo sabrás nunca... deberías hablar con Albert por cierto, él también te apoyará, lo sabes. Quizá entre los dos te demos el impulso que necesitas...
- Lo haré... - Inés cogió su mano con agradecimiento, y respirando de nuevo se puso en pie! -  ahora vuelve al trabajo! lo que te gusta un chisme!
- Voy voy! aun que lo que quiero de verdad es una siesta!  entre la pizza y la noticia estoy sin fuerzas jajaja
- Eres una floja!
Se abrazaron y Melisa le dio un beso en la frente, a veces era como una mami. Cuando iba a salir por la puerta Inés la paró desde su silla.
- Melissa... gracias, de verdad. Gracias por hacerlo todo tan fácil.
- No me des las gracias cariño, te has enamorado, no hay nada de fácil en eso, pero desde aquí veo a la mujer mas valiente que he conocido nunca, y eso sin duda es una lanza a favor.

Le guiñó un ojo y salió por la puerta. Inés sabía lo que tenía que hacer, pero... ¿por donde iba a empezar?



Volcanes dormidos.Where stories live. Discover now