La decisión esta tomada.

805 25 2
                                    


Irene se había despertado, tanto Pablo como ella tendrían que empezar fuerte la semana, así que llamaron a la niñera para que cuidara de los niños, esa mañana ambos estarían fuera.
Se esforzó por centrarse en el trabajo, por dentro se sentía fría, distante, y triste. Algo dentro de ella no estaba bien. Se sentía dividida entre sus sentimientos por Inés, y esa racionalidad que le decía: inténtalo por ellos. Se lo merecen.
Sabía que tenía que hablar con Inés, que tenían una conversación pendiente, pero no quería dar el primer paso, necesitaba saber que pensaba Inés, que quería, que estaba dispuesta a hacer. Quizá si ella le dijese "apuesto por ti, por nosotras", ella tendría la fuerza de tomar una decisión distinta, de arriesgarlo todo y estar con ella. Pero todo eran preguntas en su cabeza, que todavía no tenían respuesta.

Inés por su parte había despertado en Barcelona junto a Xavi, que estaba más atento que de costumbre. Habían desayunado, y se había quedado en casa, mientras Xavi salía a trabajar. En realidad no debía quedarse, sabía que tenía trabajo, que se le estaban acumulando las tareas. Quizá más tarde - pensó. Primero necesitaba pensar, ordenar ideas, tomar una decisión y comunicarla. Y eso hizo.

"Hola mi pequeña Irene. Ayer me preguntaste si habría algo que hablar o se quedaría ahí. Jamás se quedará ahí, porque esa noche me va a acompañar siempre. Será el recuerdo que me saque una sonrisa, será el secreto que me haga vibrar, será el amor que enriquecerá mis días.
He pensado mucho, y he tomado una decisión que sea quizá la más racional y la más dolorosa. Primero quiero dejar claro que no quiero perderte, que si te pierdo me muero. Y segundo, quiero que sepas, que decirte esto me parte el alma, y que apenas puedo escribir, porque las lagrimas no me dejan.

Ayer cuando llegué y me encontré con Xavi, me rompí en dos. Ni siquiera tengo hijos y sin embargo sentía que estaba tirando por la borda todo por lo que había luchado, no quiero imaginar como te sentiste tú cuando viste a tus hijos y a Pablo. Así que voy a ponerlo fácil.
Debemos seguir adelante mi niña, debemos seguir por ellos y frenar esto. Dejarlo en esta noche, en esos besos y en esas palabras que me atravesarán siempre. 
No puedo decirte más, no puedo. 

Siempre tuya, Inés."

Enviar.

Inés estaba muriendo por dentro. ¿ Y si se equivocaba? Sentía que era una cobarde, que no estaba apostando por lo que realmente quería, si no por esa seguridad que le proporcionaba la vida que había conseguido. Se quedaba en la zona de confort, elegía la opción fácil. O eso creía ella, que era la opción fácil.

......................................................................................................................................................

Irene llevaba toda la mañana trabajando, no había tenido tiempo ni de mirar el móvil, cada cosa que tenía que hacer le costaba el doble, no estaba centrada, y eso le estaba pasando factura. Ya era casi mediodía, cuando estaba terminando parte de las tareas y echó un vistazo a su teléfono.

Se sentó, porque si no iba a caerse.  Inés había dejado por escrito la decisión que a ella le daba tanto miedo tomar.
Comenzó a llorar, viendo como se esfumaba la posibilidad de seguir adelante con algo que desde el principio estaba siendo una locura. Una parte de ella se maldecía ¿Por que dejé que llegase tan lejos? ¿No podía haber cumplido esa fantasía sin enamorarme? 
Se sentía culpable de todo lo que sentía, culpable por desear que ese mensaje no hubiese llegado nunca, que le hubiese dicho que la quería y que sin remedio necesitaba estar con ella para siempre. Pero sabía que tenía razón, que debían luchar por mantener la vida que habían construido. Tenía dos hijos, no debería ni contemplar esa opción sin valorar la de luchar por ellos!
Tenía que contestarle y echa un manojo de nervios le escribió.

"Tienes razón. Esa es la decisión más sabía. Ayer no sabía donde meterme, cuando miraba a mis hijos, a Pablo...
Yo tampoco quiero perderte, pero necesito tiempo. No quiero que me escribas, ni que me llames.
Pensar en luchar contra este amor que me has hecho sentir hace que me quiebre. No seré capaz de hacerlo si me escribes.
Guardaré tu recuerdo en un rincón de mi corazón que siempre tendrás reservado.

Mi corazón, que te ama. 
Irene."

Fin. Le había dado a enviar, no había vuelta atrás.
Y si no hubiese aceptado esa solución? y si hubiese luchado por Inés y no por lo demás?
Miró su movil, el fondo de pantalla eran sus hijos y Pablo. Se intentó convencer nuevamente que eso era lo que tenía que hacer.



Inés recibió el mensaje, habían pasado varías horas y estaba ansiosa porque Irene le contestase. Pero después de leerlo, volvió a desear no haberlo recibido, haber mantenido un poco más la esperanza de que le dijese, "Estás loca, no podemos hacer eso! que pasa con nosotras!?"


La decisión había sido tomada por ambas partes. Y ya no había vuelta atrás.


Volcanes dormidos.Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt