Volcanes dormidos.

¿Niña?

Llegó el día en que Nicole se iba a ver con Xavi. Habían ideado diferentes y locos planes en los que sorprender a Cima.
Como por ejemplo, la posibilidad de que Inés apareciese de repente, y montase una escena en mitad del restaurante. Otra opción, sugerida por Melisa, había sido la de pasar por delante de ellos con Inés de la mano, y besarse delante de Xavi, para que le terminara de explotar el cerebro. Esa idea no le gustó mucho a Irene, que le dio un pequeño pellizco.
Habían fantaseado también con la idea de llamarlo por número privado y decirle alguna frase como "se lo que hicisteis el último verano" pero adaptada a la situación.

Imaginación desde luego no les estaba faltando. Menos mal que a Inés siempre le puede la cordura.
- Chicas, no vamos a hacer nada de eso. Eva va a quedar con Xavi y como ya dijimos se las va a apañar para saber porque piensa que soy lesbiana. Una vez saquemos la información le dirá que esta perdiendo el tiempo con esta estrategia y que es dinero perdido, que en todo caso tendrá que hablar conmigo. Dejará el trabajo y Xavi tendrá que decidir si continuar con esa estrategia o comportarse como un adulto.

Se quedaron calladas, todas querían un poco más de acción. La única que quiso replicar era Irene, no le hacía mucha gracia la idea de que vaya a hablar con ella. Pero prefirió no decir nada. "Al fin y al cabo todavía es su marido y el padre de su bebé."

Así pues el plan se puso en marcha, y a la hora de comer, Eva llegó al restaurante donde Xavi le había dado la cita. Lo vio sentado en la terraza, leyendo el periódico "El Mundo" mientras tomaba un vino tinto y se fumaba un cigarro.

Tenía a Inés y a Irene al otro lado del teléfono y les habló a través de los cascos.
- Lo estoy viendo, voy a su mesa. Es un hombre elegante.
- Si, elegante vistiendo...- Inés puso los ojos en blanco mirando a Irene.

Eva siguió andando y llegó hasta Cima
- Buenos días, soy Nicole.
Xavi la miro de arriba a abajo, a punto de babearse la camisa. Se levantó para saludarla, retiró la silla y la empujó a sentarse, poniendo la mano sobre su trasero. Instintivamente Eva le quitó la mano y respondió al ataque.
- Mira señor, trabajo para una agencia de detectives, no para un prostíbulo. Si vuelves a poner la mano en mi culo, voy a coger el tenedor que hay encima de la mesa y te voy a romper los nudillos.

- Esa es mi chica! - Irene aplaudió por todos los rincones del despacho.
- Ya hablaremos de quién es tu chica en casa!

Eva se quitó los cascos para dejar de escucharlas, y dejó el movil entre Xavi y ella para que pudiesen escuchar la conversación. Un camarero sirvió entonces unas patatas con alli-oli. Solo faltaba el sabor a ajo.

Xavi, todavía algo contrariado con la contestación a su gesto, se sentó. La chulería le volvió al instante.
- Bueno que, se-ño-ri-ta detective. ¿Tan incompetente es como para hacerme venir desde Barcelona?

A Eva ese tipo de comentarios podía afectarle, pero a Nicole no. Si en algo era buena era en poder mudarse de piel y convertirse en cualquier persona. Estiró la mano para coger un cigarrillo, y antes de contestar se lo llevo a la boca, y expulso una enorme nube de humo.
- Mira Xavi. Es tu nombre, ¿no?. No hace falta que me contestes. - Volvió a llenar de humo el aire. - Vamos a hablar claro tu y yo, porque ni tu tienes ganas de perder el tiempo, ni yo estoy aquí para ello, a pesar de que ya te has ocupado de tirar a la basura mis primeros diez minutos contigo.

Xavi quería replicar pero a Nicole era difícil pararla.
- Estás aquí por una sencilla razón. Quiero saber porque un hombre que ha estado años casada con Inés Arrimadas, de repente piensa que pueda ser lesbiana, y se gaste el dinero en contratar a una femme fatale para seducirla. Quiero saber que sentido tiene que aquí y ahora, esta mujer este sentada delante de ti.
- No se que tiene de interesante mis motivos, cuando el trabajo que tiene por delante esta bastante claro.
- Oh, lo tiene querido, por supuesto que lo tiene. Porque si crees en eso, es porque has visto algo que te ha llevado a esa conclusión. Y tirar de "ese algo" es muchas veces lo que hace que mi trabajo termine en dos días, y que vuestra billetera no se quede vacía. No soy barata.
- Mira, guapa, a pesar de que creo que te falta un verano y mucha profesionalidad, como tu has dicho no estamos aquí para perder el tiempo, así que voy a solucionar tus dudas y vas a largarte de mi vista.