The End.❤️

745 29 11
                                    




Chicas, ha llegado el gran día. No se vosotras, pero yo, es la primera  vez que organizo una boda, aquí con papel y boli, y muchos nervios.

Ya lo tenemos todo, vestidos, testigos, concejal, fotógrafos, lugar para la ceremonia, lugar para el convite. Tenemos la hora y tenemos la fecha. Tenemos los invitados, la música, y el menú.

Pero, ¿Y las novias?

Era sábado, 11 de junio de 2022. Habían elegido para casarse un precioso cortijo madrileño.
Una ceremonia acompañada del atardecer, y unas novias bañadas por los últimos rayos del sol.

Habían dormido separadas, Irene abrió los ojos en el apartamento de Noelia, y se incorporó en la cama, como si llegase tarde a algún sitio.
Noelia a su lado la miró sonriente y le dio un abrazo que la abarcó entera.
- Tranquila amiga, ¡que no te casas hasta por la tarde!
Irene la miró, y se tapó la cara con las manos.
- Noelia ¡Que me caso! - La cara de Irene no podía reflejar más felicidad.
Se levantó de un salto seguida por su buena amiga, que había pasado la noche anterior preparando tilas para los nervios, y lograr que al menos durmiese un poco.

Mientras preparaban un delicioso desayuno para coger fuerzas, recordaban el momento en que le contó que tenía una relación, con nada más y nada menos que Inés Arrimadas. La cara de pánico de Noelia, sería difícilmente olvidada.

Aunque las horas se le hacían eternas sin Inés, el momento de empezar a vestirse, llegó sin darse cuenta.
Eran las cuatro de la tarde, y el apartamento de Noelia empezaba a estar mas concurrido. Habían llegado Adoración, Pablo, Ione y los pequeñuelos.
También llegaron los fotógrafos. Una chica era la encargada de la fotografía, y un chico lo era del vídeo, ellos hacían y deshacían a su antojo.

Irene nunca había pensado en la posibilidad de casarse de blanco, y cuando llegó el momento de elegir como vestiría el día de su boda, se decidió por un conjunto estilo "Jumpsuit", con pantalón en tubo, y toda la parte de arriba un encaje opaco precioso, y sin mangas.
Desde la cadera, por la parte de atrás, caía una falda, que simulaba la cola de un vestido de novia habitual.

El peluquero recogió su cabello en una trenza, que iría desde el lado izquierdo de su cabeza, hacía la nuca, llevando su pelo a caer en ondas, por el hombro derecho.

A pesar de ser una boda de noche, Irene quería un maquillaje poco cargado, para no verse extraña.
Decidieron hacer un ahumado en negro, con mucha luz en la zona del lagrimal, un eyeliner perfectamente definido, y poner un tono natural en los labios para que hubiese una compensación de color.

Iba guapísima. Se sentía ella misma, con un peinado natural y un maquillaje que no escondía ninguna Irene, si no que resaltaba de forma espectacular, cada uno de sus rasgos.

De forma inesperada, Rufino se presentó en casa de Noelia, vestido de traje y requeteguapo para la ocasión. Noe sorprendida le dijo que se había equivocado de casa.
Rufino con una pequeña risa terminó de entrar, avisando que el no se había equivocado, y que estaba donde debía.
Cuando pasó y vio a Irene, sus ojos reflejaban una emoción enorme, la abrazó, y como pudo, empezó a hablar.

- En Cataluña, el padre del novio, tiene la costumbre de leer un texto a la futura mujer de su hijo... Quizás Inés no sea mi "hijo", pero tu, si eres su futura mujer, y quería estar hoy aquí y leerte algo que he escrito.

Sacó un papel en una mano, e Irene emocionada tomó la otra entre las suyas. Rufino comenzó a leer.

"Irene, hoy vas a casarte con mi hija, mi pequeña Inés.
Desde que la cogí en mis brazos, nunca tuve palabras suficientes para describir, todo lo que significaba para mi. ¿Que palabras podían abarcar tanto amor?

Volcanes dormidos.Where stories live. Discover now