Volcanes dormidos.

Noelisa (spin-off 2/2)

Perdonar por el retraso, es que algunos días no he escrito nada de nada! Vamos a darles a Noelia y Melisa la posibilidad de hacernos vivir algunos momentos más, vamos a disfrutar de sus pequeñas cosas, y a sentir mas de cerca esa relación tan diferente, auténtica y especial que han creado. Ojalá pueda transmitir la forma en la que yo las he sentido.
Volcanes dormidos acaba aquí. Ha sido como parir un hijo.
Gracias a todas las personas que comenzaron en el capitulo uno, y que han leído hasta el 34. Que se dice pronto. Y sobre todo gracias a las que habéis comentado día tras día, porque por vosotras es por quién ha merecido la pena ponerme a escribir.

De camino a casa, solas y libres, Melisa pensaba en el día tan bonito que acababan de vivir.
Había sido de esos días que tienes que pellizcarte para comprobar que son reales.Que desde el primer momento te llenan y solo pides que se detenga el tiempo, pero al final como todo lo bueno, acaba demasiado pronto.

Recordaba el momento en que Irene e Inés habían aparecido en la fiesta, vestidas de naranja y morado. Ese recuerdo siempre le sacará una sonrisa. "En realidad, son tal para cual". Pensó.

Recordó también  su cara de felicidad al quitarle la venda de los ojos, y verlos a todos allí.
Para Melisa, Inés era mucho más que una amiga, y a pesar de que pretendía con todas sus fuerzas ser la mujer fuerte que todos esperaban, ella sabía que solo era una mujer llena miedos, y de dudas, pero que cogía todo eso, lo metía a un saco, y lo cargaba a su espalda.
Por esa razón, Mel, y esa adoración que sentía por su amiga, decidieron acompañarla siempre sujetando el saco por el otro extremo, y siendo un punto de apoyo incondicional. La admiraba y la quería, como poca gente hoy en día lo hace.

También recordó su cara al ver el arnés y abrirlo delante de Rufino. Ese recuerdo le soltó una carcajada, que acabó llamando la atención de Noelia.

- ¿De que te ries?
Melisa la miró todavía riendo.
- ¡Estaba recordando el momento que ha abierto el arnés delante de Rufino!
- ¡Ines algún día va a buscar venganza! - Noelia se unió a la carcajada.
- No lo dudes, dale tiempo que salga la niña disparada jajaja.

Hubo un pequeño silencio, en el que Melisa seguía sonriendo y recordando.
- Te veo muy feliz, me encanta verte así.
Noelia intentando no apartar mucho la vista de la carretera, no podía evitar contemplarla.
- Ahora estaba pensando en ti...

Su cara era todo sonrisa y sonrojo, y se mordió el labio inferior tratando de controlar un poco la respiración.
Le apretó la mano, que era lo único que podía hacer en esa situación, pese a querer lanzarse encima y destrozarla.

El sonido del móvil a través del manos libres las sacó de esa enajenación momentánea.
- Es Irene, cogeseló.
Melisa estiró la mano y le dió al botón de descolgar.
Al otro lado del teléfono Irene hablaba asustada y nerviosa. Las palabras se trabaron al intento de salir, y a duras penas pudieron reconocer algunas como  "Xavi" "Hospital" y "sangre".

Noelia puso las dos manos al volante y aceleró el paso. A Melisa, las lágrimas empezaron a caerle irremediablemente. Quería gritar, pero se sentía ahogada.

Al llegar al hospital subieron corriendo a la planta en la que se encontraba Irene, y al llegar cuando la vieron manchada de sangre, a Mel se le paró el corazón.
Escuchaba como un eco las palabras de Irene contando lo ocurrido, y en su mente solo podía pensar en que ya no aguantaría más todo lo que llevaba callado dentro,que no permitiría que  ese hombre volviera a hacerles daño.

Con miedo, llena de rabia y de tristeza les contó lo sucedido en el despacho de Inés. Veía en los ojos de Irene la impotencia y el dolor que le producía escuchar sus palabras.Quería que se la tragara la tierra por haber tardado tanto en hablar, quizá esto se hubiese evitado...