Capítulo 25 🦋

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Luca

Marilla era un torbellino violento con las mejillas rojas y las fosas nasales dilatadas. Tuve que sostenerla antes de que cometiera una locura. ¿En serio pensaba que podría con Alayna? Los invitados miraron con disimulo el escándalo desde las esquinas. Kiara se alejó con mis primos, dejándome solo en la guerra. Gracias por nada. No me gustó su disfraz porque era muy revelador para una chica de su edad, pero esta noche le permitiría divertirse un poco. No quería ser un imbécil como mi padre que la privaba de muchas cosas.

—Quiero a esta mujer fuera de mi fiesta —exigió Marilla—. Ahora, Luca. Sácala de aquí o llamaré a seguridad.

El semblante de Alayna reflejaba puro aburrimiento.

—Ese disfraz... —comentó, mirándola de pies a cabeza—. Es cliché. Debiste ser más original, cariño. Una ardilla era la mejor elección.

Me mordí el labio, tratando de contener la carcajada. Solo ella diría algo así.

—¿Y tú quién eres de todos modos? —preguntó Marilla—. Solo usaste una peluca y vestido de zorra.

Alayna puso los ojos en blanco, decepcionada por la respuesta. Yo también lo estaba.

—Es Jessica Rabbit —respondió—. Te falta cultura, niña.

Sus caderas se contonearon de manera sensual cuando nos dio la espalda y se mezcló entre la multitud. Cada persona la observó, tomando nota de la mujer más hermosa de la fiesta. Rogaba tener la suerte de arrancarle el vestido esta noche.

—No tienes vergüenza —reclamó Marilla al borde de las lágrimas—. ¿Quieres que vaya por una cubeta? Estás babeando por ella.

Solté un suspiro frustrado y aparté mis ojos del asombroso culo de Alayna.

—Marilla —murmuré, mi voz suave—. Hoy es tu fiesta, ¿bien? Disfruta la noche y deja de hacer berrinches por cosas sin importancia.

Su mirada era vengativa y me dio la sensación de que quería arrancarme la cabeza.

—¿Cómo demonios pretendes que disfrute con ella aquí? —exclamó con rabia—. ¿Sabías que amenazó con matarme?

Alayna jamás actuaría sin justificación, estaba seguro de que Marilla la provocó.

—No grites.

Dio un fuerte pisotón al suelo como si fuera una niña pequeña. ¿Por qué seguía escuchándola? Me dolía la cabeza y los oídos. Era exasperante.

—¡La quiero lejos de ti y de mí!

Puse mi mano en su espalda baja y la guie hacia el bar dónde servían diferentes tipos de bebidas. No quería soportarla toda la noche. Tenía planes y ella no los arruinaría.

—Quisieron matarme en dos ocasiones y Alayna me salvó —mascullé—. Está aquí para cumplir con su deber.

—¿Vestida así? —La forma en que su labio se torció en un gruñido hizo que su lindo rostro se tornara feo—. Además, su disfraz es genial. Yo debería ser la más hermosa de esta fiesta, no ella. La odio tanto, Luca.

Que el bendito infierno me diera paciencia. No era culpa de Alayna que ella fuera tan poco original cuando eligió su disfraz.

—Haz de cuenta que no existe —Intenté tranquilizarla—. Tú y yo nos divertiremos juntos esta noche. Anímate, es tu cumpleaños.

Sus ojos se iluminaron. El secreto era hacerle creer que estaba de su lado y no discutir con ella.

—¿En serio? —dijo con alegría—. Te echo de menos.

Belleza Oscura [En Librerías]Where stories live. Discover now