Capítulo 1

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El equipo formado en Titán consiguió frenar los planes de Thanos. Pudieron quitarle el Guantelete del Infinito a tiempo para que el doctor Stephen Strange lo enviará con el Tribunal Viviente, donde la criatura y sus secuaces pagaron por sus terribles actos.

El pequeño grupo no puede estar más satisfecho por impedir un desastre a nivel universal, excepto por Peter Quill, quien se encuentra devastado por la noticia de la muerte de su novia Gamora. 

Tony Stark, por la emoción del momento, abrazo eufórico al joven Peter Parker, quien se desconcertó un poco por la súbita acción. Una vez que despegó los brazos de aquel chico, observó de reojo al hechicero y dio unas palabras al equipo por un trabajo bien hecho. Discutieron sobre lo que harían con el guantelete y las gemas, acordando que los Guardianes de la Galaxia se harían cargo de buscar un nuevo escondite, mientras el doctor conservaría la Gema del Tiempo. 

—Señor Stark, ahora, ¿cómo regresaremos a casa?—preguntó un confundido Peter.

—Mmh, buena pregunta niño...—respondió contemplando la nave destruida.

—Puedo hacer un portal—sugirió el hechicero.

—¡Oh, eso sería grandioso!—clamó entusiasmado el chico—. Espere un momento... Si puede usar portales para transportarse, ¿por qué no lo hizo antes cuando el señor Stark y usted discutieron el tema?

—Porque al mago de circo le gusta pelear—interrumpió Tony, sin darle oportunidad de contestar—. Y luego dicen que uno no sabe trabajar en equipo.

—Si así fuera, no hubiera cedido a tu idea de venir aquí, animal—repuso severo.

—¿Ves?—rodó los ojos, soltando un bufido—. Admítelo, mi idea de pelear aquí fue genial.

—Escúchame...

—¡Dejen de pelear!—intercedió el joven. 

—Sí, Strange, ya deja de pelear. Estoy cansado. Mejor saca tus chispitas y sácanos de aquí.

Antes de partir, se despidieron de los Guardianes de la Galaxia, quienes se fueron por su lado con la ayuda de la Gema del Espacio. 

El doctor se colocó su anillo de honda y empezó a mover los dedos en círculos, formando un portal con salida a Nueva York, específicamente al interior del Sanctum Sanctorum. 

Peter fue el primero en pasar, Strange intento darle el paso al otro, pero al no ver ninguna acción de su parte, termino pasando. Tony permanece reticente por ese miedo a los portales, palideciendo un poco. Claro, no admitiría que tiene miedo, mucho menos delante del hombre de capa roja. No es su estilo demostrar debilidad. 

Stephen lo miró preocupado, notando esa resistencia de su parte.

—¿Todo bien?—inquirió mirándolo fijamente.

—Ah, ¿qué?—la grave voz del mago lo saco de su burbuja mental—. Ah, sí sí, todo bien, doc.  

—Entonces, pasa. 

—Sí—asintió, tragando saliva, pero sin acatar la orden.

—¿Qué esperas?—cuestionó impaciente—. ¿Qué te pase de la manita?—sugirió sin pizca de humor.

—Sí, digo... ¡Voy!—respondió de mala gana.

El azabache le tendió la mano, la cual Tony observó confundido y hasta sorprendido, creyó que era broma eso de "pasarlo de la manita", quedándose vacilante en si aceptarla o no. Una parte de su ser moría por acceder a ese gesto, pero su orgullo le decía que no y finalmente, este último gano la contienda. Dio un paso tratando de mostrar seguridad y fortaleza. 

Un pequeño accidente (IronStrange)Where stories live. Discover now