Capítulo 18

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Convertirse en el Hechicero Supremo le dio un nuevo sentido a su vida. No solo le otorgo un ostentoso y llamativo título, sino una nueva, y extraña, forma de salvar vidas. Puso en orden su vida, le dio un propósito para sentirse nuevamente útil, mitigando los problemas originados a raíz de su accidente. Por supuesto, su ocupación no le daba muchos momentos de quietud y plena paz, tenía que lidiar con todo tipo de problemas místicos. Mas su mundo interior se conservaba en orden, estable y en armonía después de aquel terrible accidente que lo quebró en varios sentidos.

Pero a partir del pequeño accidente, aquel mundo que tanto le costo reorganizar se puso de cabeza. Las consecuencias del mismo, ha alterado sus emociones, llevándolo a un estado de confusión del cual le es complicado escapar.

Desde lo sucedido, fue consciente que le esperaban horas difíciles a lado de Tony, horas que sucesivamente se volvieron días... Días en los que aprendió la lección que constantemente el millonario le insistía, consiguiendo lo que, la primera vez que lo conoció, vio como algo imposible: llevarse bien y encontrar en el otro, más que un colega, un buen amigo. 

No obstante, los últimos acontecimientos, en conjunto con los demás, empiezan a trastocarlo y plantearse cosas que jamás antes hubiera siquiera pensado. Su actual condición hace que se consideré un tonto por darle vueltas a un asunto, según él, insignificante. Está seguro que esas palabras que salieron de sus labios, no son más que producto de la exaltación del momento, consecuencia derivada de no encontrarse en un estado puro de consciencia y racionalidad. ¿Cómo tomarse en serio aquello con las extrañas circunstancias que lo rodea? En especial tomando en cuenta el carácter tan narcisista de aquel y el pasado amoroso sumamente complicado que carga. Por su mente cruzo la idea de que, probablemente, lo esté usando para sacar de su corazón a cierta persona, lo cual suena muy razonable para él.  

Por más que se empecina en borrar eso de su mente, simplemente no puede, orillándolo a la frustración... La maldita frustración que le da cuando no logra comprender del todo algún determinado tema. Podrá ser un experto en muchas, procesar eventos utópicos lejos de la comprensión, y aún así, los asuntos del corazón todavía le resulta un campo complejo de asimilar, tal vez, porque era un campo al que no le interesaba profundizar. Y una vez más se cree un tonto por mortificarse por unas palabras que salieron de su propia voz, dotando aun más de rareza al asunto. Si bien el par de palabras surgieron de su propia voz, también es cierto que surgieron del fondo de aquella alma. 

Tony se da cuenta de su alterado estado, es consciente el motivo que lo agobia, por lo que resultaría una tontería preguntárselo, además de inútil, sabe que si se atreve a cuestionarlo obtendrá una respuesta seca de su parte, negando todo aquello que podría verlo vulnerable o que podría evidenciarlo, encerrándose en si mismo y demostrando ser un hombre inquebrantable carente de debilidades, incluso de sentimientos, lo sabe perfectamente, porque él, hace lo mismo. Es igual de terco cuando alguien desea ayudarlo, no permite que alguien entre tan fácilmente a su obstinado ser... A su rebelde alma. Y aunque sentía extraño, quería abrazarlo y transmitirle en esa pequeña acción un: ¡Hey! Todo va a estar bien, pero por sus actuales circunstancias tal vez empeore las cosas entre ellos, solo lo incomodará. 

En lugar de hacerle un exhaustivo interrogatorio en el que está seguro no obtendrá nada del obstinado caballero, prefirió levantarse de la silla de donde se encontraba sentado. Corto la distancia entre ellos, sin invadir su espacio personal y acercó los dedos al cuello ajeno para hacerle cosquillas, con el fin, aparte de molestarle, distraerlo y sacarlo de los pensamientos en los que se hundió. La acción logró el cometido, aunque en vez de sacarle una risilla, le saco un susto, pero consiguió, gracias a su pequeña travesura, que el hombre abandonará sus pensamientos y centrará su atención en él. Empezó a hablarle con soltura, como si nada, sobre cualquier tontería que le pasa por la cabeza con ese humor sarcástico que lo caracteriza. El hechicero le impresiona su postura, envidia su actitud despreocupada, es que... ¿Acaso a él no le afecto? Diablos, actúa como si nada hubiera pasado entre ellos. Y aunque intenta adoptar la misma postura, le es muy difícil. 

Un pequeño accidente (IronStrange)Where stories live. Discover now