Capítulo 17

4.5K 550 376
                                    

Sintió los primeros rayos del sol asomarse por la rendija de la ventana, mismos que percibió molesto. Empezó a removerse en la suave superficie, cuyo espacio identifico como una cama muy cómoda. Intenta abrir los ojos, pero la acción se le dificulta, los siente pesados, el cuerpo cansado y un dolor punzante no cesa en atacar su cabeza. Trato de levantarse, sin embargo, un fuerte mareo lo hizo acostarse nuevamente. 

Al transcurso de unos segundos, se despabilo y abrió los ojos, levantándose un poco para quedar sentado sobre el colchón y visualizar su entorno: un cuarto amplio, lleno de lujos, un enorme espejo y un cuadro de Iron Man que cubre toda una pared, logrando al instante reconocer el sitio donde reposa. Ese despertar tan similar al primero que tuvo en dicha habitación, causo en él un sentimiento de familiaridad y cierta confusión que lo llevo a cuestionarse: ¿Acaso he regresado en el tiempo? 

Súbitamente, recordó el hechizo de Loki. Sin pensarlo, con desmesurada exaltación y creciente nerviosismo, poso la vista en sus manos, descubriendo que siguen conservando ese tono acanelado. Se rindió ante su realidad. El descubrimiento no le provoco alguna clase decepción o exacerbación, de antemano ya sabía que eso de ayudarlos era puro engaño por parte del Dios. Haber caído en su mentira, en estúpido juego, le hace considerarse un verdadero idiota.  

Después del chasco, percibió la falta de ropa en su persona. Tomo una parte de la cobija escarlata que lo cubre y la alzó para descubrir que está completamente desnudo. 

—Pero, ¿qué demonios?—repuso, extrañado por el pequeño descubrimiento.

Un sonoro ronquido lo altero aun más, sin permitirle ahondar en pensamientos. Perplejo y con los ojos engrandecidos, asustado, giró la cabeza hacia su extremo izquierdo para encontrarse con el origen del peculiar sonido y lo que hallo lo dejo sin aliento: su cuerpo tendido, calmo y durmiente, con el torso descubierto. 

Ligeramente boquiabierto, parpadeo aquellos ojos marrones varias veces, procesando la curiosa imagen, mientras descifra una explicación a inusual despertar. Pronto, claros recuerdos candentes atestaron su mente; imágenes dignas de una película para adultos lo abochornaron. 

Para su desgracia o su fortuna, logra recordar cada segundo de la pasión derrochada anoche, de esos besos desbordantes y desesperados, tan llenos de necesidad e ímpetu, esos abrazos y agarres llenos de fuerza y deseo, esas caricias llenas de cariño y afán. Todo lo que involucro aquel acto de amor en el que se entregaron, donde sus corazones fueron sinceros... Donde fueron uno. 

Su lechoso cuerpo de espaldas, atrapado entre el colchón y el cuerpo de piel bronceada, con el rostro hundido en la almohada y las manos aferrándose a las sábanas blancas, siendo embestido, en movimientos impetuosos, una y otra vez sin ningún recato, es una imagen que abruma su cabeza, causando que sus mejillas se tintarán de carmín y un fuerte ardor lo invadiera.    

Incluso, los sonidos están frescos en su memoria, rememorando el sonido del fuerte golpeteo que producía el incesante vaivén, el rechinar de la cama al compás de sus movimientos, los elevados gemidos que de las fauces de su contraparte escapaban inevitablemente como producto del constante placer, los jadeos y gruñidos que el mismo generaba por la oleada de placer que lo envolvía, la mezcla de sus respiraciones pesadas y agitadas y... Un par de palabras. 

Ceso en seguir recordando, a causa de la extraña mezcla de emociones que revolotean en su interior, por pensar en lo sucedido. Presuroso, salió de la cama en búsqueda de ropa. El brusco movimiento que realizó, despertó a su contrario. 

—Stephen—lo llamó, dandole un ligero susto. 

—Ah, hola—saludó incómodo y tenso, mirándole discreto para analizar su reacción. 

Un pequeño accidente (IronStrange)Kde žijí příběhy. Začni objevovat