Capítulo 29

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Tony, colérico y arrebatado, no dudo ni un segundo y se lanzó a golpear al sujeto que osó lastimar a su pequeño. De no haber sido por la intervención del mismo Peter, lo hubiera herido de gravedad, tanto como para mandarlo al hospital, pero el frágil y tierno corazón del muchacho impidió aquel infortunio, no podía soportar más dicha escena.  

Estrecho entre sus brazos al menor, de verdad le duele en el alma que el chico se viera involucrado y, peor aún, que jugarán de forma tan cruel con sus hermosos sentimientos y nobles intenciones. 

Stephen, por su parte, aprovecho que el adolescente busca consuelo en esos brazos y envió bien lejos a los villanos, a través de un portal que conjuro, a un lugar incierto y horrible en medio de la nada.

Por supuesto, Peter preguntó por el paradero de esos dos cuando aquellos brazos lo soltaron, recibiendo una respuesta simple y escueta por parte del hombre de cabellera castaña quien le informó que el par huyó. Respiró hondo en un intento de calmar sus alteradas emociones, cesó en su llanto y observó con atención a los adultos, percatándose por fin del detalle inusual de sus trajes.  

—Ahm...—su entrecejo se arrugó—. ¿Por qué traen puesto el traje del otro?—preguntó formando un gesto de confusión en su pálido rostro. 

—Ehh... Intercambiar trajes era parte del plan—respondió serio.

—Sí, justo eso—añadió Tony en la voz grave del mago.

—Ahhh, ¡se ven geniales!—una suave sonrisa apareció en su cara—. Gracias a los dos. Lamento haberlos puesto en este problema, por mi culpa casi...

—Niño—el millonario lo interrumpió—, tú eres el menos culpable en esta situación, ¿de acuerdo?—suspiró—. Eres demasiado inocente para notar la maldad en las personas. Yo lamento el chasco que te llevaste. 

El castaño asintió con un movimiento de cabeza, mirándolo desconcertado y con los labios entreabiertos, le confunde la desmedida preocupación de Doctor Strange y la actitud seria y callada de su mentor. 

Tony distrajo al chico para que Stephen pudiera formar un portal con salida a la base de los Vengadores.

—Guau—fijó la vista en la circunferencia brillante—, ¿cuando hizo el portal? Ni cuenta me di—interrogó sorprendido. 

—Ya sabes, habilidades de mago—presumió con un toque de burla.

—Maestro de las Artes Místicas—corrigió Stephen.

—Sí, esa mierda. 

El menor les arrojo una mirada de extrañeza a cada uno, reparando en lo inusual de su comportamiento. No indago ni se intereso en buscar respuestas a su comportar, dio un paso por la circunferencia creada; se detuvo al ver que los adultos se quedaron del otro lado. 

—¿Qué sucede? 

—Tenemos algunos asuntos que atender—dio como respuesta el que porta la capa carmín.

—Ahhh si, entiendo—esbozó una amplia sonrisa, realmente está feliz por los dos, así como el hecho que al fin permitan que su su amor florezca y a sus obstinadas almas quererse mutuamente—. Los dejo solos y... No lo sigan ocultando más—se despidió de ellos con un afectuoso abrazo.  

Ambos se pusieron incómodos a causa del último comentario; incluso un tenue rubor tintó sus mejillas. Esta vez Strange no replico nada al respecto como usualmente lo hace, simplemente, bajo un poco la cabeza y permaneció en silencio, mientras Tony se hunde en pensamientos. Siente tensarse. Un fuerte deseo por llevar a cabo el consejo del muchacho lo invade, pero sus circunstancias lo frenan de decir y hacer locuras. ¡Que más le gustaría que dejar de ocultar lo que siente! De poder expresar libremente sus sentimientos sin miedo a ser juzgado o que lo tilden de "loco", amar y sentirse amado por tan bella alma. Dentro de todo, pese a estar "loco de amor", aun conserva parte de su racionalidad, misma que le ordena callar los anhelos de su corazón y a tragarse sus absurdos sentimientos. 

Un pequeño accidente (IronStrange)Where stories live. Discover now