Capítulo 21

3.7K 451 209
                                    

Para el de blondo cabello es imposible ignorar la presencia del hechicero, éste es demasiado obvio en su mirada. Logra percibir reproche en su persona, sus brazos cruzados y su expresión facial se lo evidencian. ¿Qué le importa? No es su asunto, pensó molesto. Por su parte lo hubiera ignorado, pero aquel, en vez de darse la vuelta y seguir su camino o regresar, se acercó en una actitud amenazadora y desafiante que provoco al rubio.

Por más que intento hacer caso omiso, su impulsividad lo empujo a encararlo y mandar a la borda la discreción que Strange tanto le ha pedido. Lo visto le causa sentimientos encontrados, prevaleciendo el enfado. No le duele, lo peor que le pudo haber hecho, ya lo hizo, pero si le indigna el hecho, lo suficiente como para pasarlo por desapercibido. Su indignación es aun mayor cuando recuerda sus intentos por recuperar lo "perdido".

Rogers, por su parte, está harto de él y su intromisión, el sujeto viene agotándole la paciencia e interponiéndose en sus planes de recuperar, al menos por el momento, la confianza de Tony, motivo por el que no quiere cruzar palabra con él, pero al igual que el otro, es algo que no puede evitar.

—En vez de estar de fisgón, haz algo productivo de tu vida—Steve comenzó el diálogo.

—¿Disculpa? Yo no estaría de "fisgón" si alguien tuviera la maldita decencia de besuquearse en la privacidad de su cuarto. Digo, te besas en pleno pasillo y no quieres que nadie te vea, no es algo muy inteligente que digamos.

—Escucha, es la última vez que te lo voy a decir, tómalo como un consejo: deja de meterte en lo que no te importa.

—Oh sí, el honorable Capitán América dándome lecciones de buena moral. ¿Sabes qué? Metete tus consejos por el culo. Muy bueno para hablar y dar consejos, pero que tal para seguirlos.

—¡Cierra la boca!—clamó.

—Tal vez quieras obligarme.

El soldado arrojo una mirada despectiva sobre él, apretando las manos en un intento de calmarse y no arrojársele encima.

—Tal vez no eres una amenaza, pero deja de entrometerte en mis asuntos.

—Y tú deja de aparentar que Tony te importa. Mentiroso—espetó con genuino rencor y desprecio.

—¡Tú no sabes nada! Así que-

—Sé más de lo que te imaginas. Créeme—mencionó, esbozando una sonrisa burlona.

—No te atrevas a meter a Tony en esto—advirtió en una actitud hostil, apuntándole con el dedo, mirándole agresivo.

—Ahhh, si te preocupa que le vaya a decir lo sucedido, descuida, no lo haré. No es necesario. Tony sabe perfecto la mierda que eres.

Steve no pudo controlarse más, aquello fue la gota que derramo el vaso. De ninguna manera permitiría que se atreviera a usar el nombre del ingeniero para decir las estupideces que se le den la gana, ni que asegurará cosas como si hubiera estado en el lugar de los hechos, como si hubiera estado en sus zapatos.

Sin pensárselo, le propino un fuerte puñetazo, aquel que desde hace días atrás había querido darle. El golpe lo dejo tumbado en el suelo, mas se repuso de inmediato y, furioso, se abalanzó contra él.


Stephen se dio cuenta de la tardanza del millonario, por lo que la preocupación abordo su ser. Por un momento, sintió el impulso de ir a buscarlo, mas se reprimió de hacerlo, considerando que estaba siendo muy paranoico. Decidió tener paciencia y esperar, lo que realizo con bastante ansiedad, impidiéndole la concentración en su lectura. Inmediatamente, ruidos del exterior llamaron su atención, cuyos sonidos le dieron el claro indicio que algo sucede. Soltó un pesado suspiró y rogó por, lo que sea que estuviera pasando, Tony no estuviera involucrado.

Un pequeño accidente (IronStrange)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt