𝐂apítulo ⅩⅩⅩⅠⅠⅠ: una niña bonita

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Berk había puesto manos a la obra y comenzaron con los planes de organización de la próxima fiesta del bebé. No era tradición propia de Berk, sino de los berserkers y fue propuesta por Heather con la finalidad de levantarle el ánimo a su amiga y hacerle los meses que quedan de su embarazo lo más hermoso.

Sus amigos estaban descansando y Zephyr jugaba con los niños que Astrid todavía no tenía el gusto de conocer.

—Tía Astrid, ¿es verdad que debe comerse un plátano para quedar embarazada? —preguntó asustada, viendo su plátano en manos y Astrid roja de la pena.

— ¡Rufflout! ¡Traidora! —regañó su madre, Ruffnut —. Astrid, si te dice que fuimos nosotros, es mentira.

—Eso nos dijo nuestro papi —comentó el niño, gemelo de la pequeña Rufflout.

—Snottuff, ¡cállate niño! —le dio un zape su padre, Snotlout.

Astrid miraba la escena, algo confundida. ¿Rufflout? ¿Snottuff?

Le dio un toque al hombro de Hiccup.

— ¿Qué esos no son sus nombres mezclados? —Hiccup asintió. La pregunta fue escuchada por los padres de esas revoltosas criaturas.

—Ruffnut les quería poner Barf II y Belch Jr. II . ¡No podía permitirlo!

—Astrid, no seas envidiosa —comentó la rubia, con prepotencia —. Nosotros te ayudamos a ponerle un hombre tan original a tu hijo. Qué te parece... —pensó, sacando su lengua —. ¿Asccup? ¿Hiccstrid?

Ni lo mande Thor, se pensó la rubia.

Pero todos sabían que los Haddock no tenían un buen tino con los nombres.

—Thor mío, son... —emitió Hiccup. Astrid lo interrumpió.

— ¿Ridículos? ¿Horribles?

— ¡Hermosos! —exclamó el muchacho. Astrid rodó los ojos, negando.

—Esta vez yo me encargaré del nombre. —advirtió la rubia.

— ¡No! Deben ponerle como al tío Tuffnut —sugirió el mismo —. Yo también hice un excelente trabajo con mis hijos —presumió, orgulloso.

—Menos mal esos niños salieron lindos como nosotros. ¿Sabías que la esposa de este soquete es hoooooorrenda? —señaló a su hermano.

—Son muy tiernos y mucho más tímidos. —expresó la rubia, con ternura, observando a los pequeños del Thorston.

Los hijos de Ruffnut y Snotlout eran pequeños. Al parecer, la altura de su padre era la que habían heredado. Eran rubios y de ojos azules. El cabello del niño era largo, pero no tanto como el de su tío Tuffnut. Y la pequeña no cargaba con la típica trenza que antes las obligaban a portar. Ella presumía su larga cabellera dorada, muy cercana al suelo. Tenían mucha energía.

En cambio, los hijos de Tuffnut eran cien por ciento diferentes. Era una casualidad sorprendente. Los gemelos tuvieron gemelos. El niño sí que tenía el pelo largo. Era castaño y estaba lleno de marcas rojizas por su rostro, como su padre y sobre ellas, un montonal de pecas más diminutas que las de Hiccup. Con el peinado de su padre. Y la niña, las mismas especificaciones. Incluso, el peinado de ella era tal cual al de Tuffnut.

Para el temperamento de su relajado padre, estos se aferraban a las piernas del mayor y se escondían con timidez tras de Tuffnut. Eran unos pequeños muy tímidos, herencia de su madre.

Zephyr logró llevarse bien con todos. Fishlegs trajo al mundo una niña tan hermosa, con una cabellera brillantemente rubia y unos ojos con tonalidades azules y moradas impresionantes. Era divina.

Mujeres en tiempos vikingosTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang