Among the Stars - Supercorp AU

Capítulo 3.

Lena's POV.

– Lena Luthor –dije mientras tomaba su mano y la sacudía un poco. Kara, al menos ya podía llamarla por su nombre y no solo como "niña" sonrió al presentarme, milagrosamente no se había sorprendido o dicho un comentario como "Ah, la hija de los dueños de LuthorCorp" o algo así, como en los tres colegios anteriores, al menos que la compañía de mis padres no fuese famosa en este rincón del mundo. Puntos para mí, podría ser solo Lena, no la hija de alguien como referencia.

-Y dime, ¿Qué lees? – preguntó la niña rubia y de linda sonrisa mientras señalaba el libro que había resignado a leer a tal hora debido a que su voz y su intento de hacerme plática había dado resultado.

- Oh, se llama "Mande a su hijo a Marte", es de una niña, Elisa, una humana en la cual su padre tiene que mudarse por motivos profesionales a un planeta lejano, ella debe pasar todo un curso en un colegio interno de Marte, en donde poco a poco va descubriendo cosas, mientras se va sintiendo fuera de lugar y luego descubre que no todo es lo que creía... pero no soy de contar los libros, deberías leerlo – Me encogí de hombros.

Kara había jalado el libro para observarlo más de cerca, mientras me observaba, como si fuese a hacerle algo o preguntándome sin palabras si podía tomarlo, al tenerlo más de cerca, lo observó unos segundos con curiosidad – ¡Vaya, suena interesante! Jamás lo había visto o escuchado de él, ni siquiera en la biblioteca de la escuela, o en la de la ciudad, y eso que esa es más grande... -Se quedó en silencio unos segundos para luego proseguir – Por como hablas de él, ya lo habías leído antes ¿cierto?

Asentí mientras intercambiaba la vista entre su rostro y el libro, mientras una sonrisa, Kara se miraba una niña sincera, y no quería crear expectativas o algo por el estilo, pero quizás no estaría tan mal ser su amiga – Así es, es la tercera vez que lo leo.

-Oh, ¿y será que algún día podrás prestármelo para leerlo por lo interesante que suena? –Dijo ella haciendo un ligero puchero que me dio un poco de risa.

-Uhm, quizás cuando te ganes mi confianza, y mira que es un poco difícil – dije volviendo a soltar una ligera risa. Vaya, no solía reírme mucho con nadie, ésta niña iba por buen camino. Había tomado la manzana hace ratos, pero no le había dado un mordisco, hasta ese momento. La mastiqué despacio, vaya que estaba deliciosa. Mamá me hubiese regañado por tomar algo de una extraña, sobretodo comida, pero por alguna razón, Kara no se sentía así, como una extraña.- Vaya, está deliciosa la manzana, ¿Dónde la compraste? ¿Todas las manzanas de Midvale son así de deliciosas?

Kara negó con la cabeza – Oh, no, no la he comprado. Son del árbol más especial de manzanas que tú pudieras conocer. Lo encontré mientras andaba en bicicleta un día, casi nadie va a esas zonas, y suelo ir cuando no quiero estar en casa, cuando quiero leer o simplemente quiero ver un gran paisaje. Solo mi nana sabe dónde queda, aunque nunca la he llevado, le dije porque siempre se preocupaba de donde me escondía tanto rato

-¿Tan especial es? ¿Me llevarás algún día? – Al parecer Midvale no era tan malo como creía, y quizás debía aprovechar el año o el tiempo que debiese de estar ahí.

-Uhm, quizás cuando te ganes mi confianza, y mira que es un poco difícil – dijo con una sonrisa maliciosa, imitándome, y después ambas reímos.

Sin darnos cuenta, habíamos pasado todo el recreo juntas y no había sido tan malo después de todo. El timbre de regreso a clases había sonado y guardé mi libro, mientras Kara y yo nos comíamos rápido la manzana, aprovechando el tiempo que entraban los demás niños. Parecía competencia en quien comía las manzanas primero, pero realmente estaban deliciosas. Ambas nos levantamos a tirar lo restante a la basura, y volvimos a nuestros lugares.