Capítulo 9.

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16 años después...

Kara's POV.

Mi alarma sonó y maldecía. Me tenía que levantar más temprano, pues era mi primer día de clases, de mi último año de periodismo en la universidad, por lo tanto, debía viajar a National City a la universidad. Estaba en casa de mis padres, y quería dormir un rato más, debido a que me había desvelado haciendo maletas la noche anterior y la madrugada.

La alarma seguía sonando y la apagué, cerrando los ojos - ¡Qué ni se te ocurra! –dijo una voz familiar, mientras reía.

Me senté en la cama, bufando de frustración y sueño, pero finalmente me levanté, agradecida- Me hubiera quedado dormida de no ser por ti, eres mi salvación y por eso te amo, Alex- dije a mi hermana y la abracé, cerrando los ojos en ella, inconscientemente.

-Oye, ¡No te duermas en mí! – Dijo Alex, dándome ligeras palmadas en el trasero para que despertara y reaccioné- Y apúrate, que Maggie llegará pronto, ha llamado cinco veces por teléfono para que te recordáramos que pasaría por aquí.

Asentí mientras me separaba de su abrazo - ¡Mis niñas preciosas! ¿Ya andan peleando? – Decía mi madre entre risas, sabía que realmente nunca habíamos peleado en serio. Alex, mi hermana, había sido mi apoyo desde que llegué a casa, aunque al inicio le costó interactuar conmigo, celos de hija única cuando tienes una nueva hermana.

Pero mis padres, Jeremiah y Eliza Danvers, habían arreglado todo para que nos lleváramos bien, y nos habíamos convertido en una familia bastante unida. Extrañaba a mis padres, Lenny y Alura, pero cuando fallecieron me sentí abandonada, y les pedí que no me dejaran. Siento que en parte, conocer a la doctora Eliza Danvers el día de la muerte de mis padres, era una señal de mi nuevo inicio, y me gustaba creer que había sido enviada por mis padres biológicos.

Mi padre, Jeremiah, era biólogo de la marina, de modo que casi nunca estaba en casa, pero siempre que podía, se mantenía en contacto. Mi madre, era cirujana general en el hospital de Midvale y Alex, estaba haciendo su residencia en el mismo hospital que mamá, siguiendo sus pasos, aunque terminando, quería buscar trabajo en National City.

-Mamá ¿ya te vas? Para que nos vayamos juntas – dijo Alex y mamá me abrazó de espaldas, apoyando su cabeza en mi hombro-.

-Andas desesperada, Alex, mira que no veremos a mi Kara pronto, porque se va, así que esperemos a que se vaya – mamá me dio un beso en la mejilla.

En eso, el timbre de la casa sonó. – Esa debe ser Maggie – dije y me separé de mamá pero Alex se adelantó.

-Pasa adelante – dijo Alex, y Maggie entró alegremente a la casa.

-¡Familia, ha vuelto por quien lloraban! – dijo en voz alta mientras caminaba hacia donde nos encontrábamos mi madre y yo, afuera de mi habitación- Uh, Kara, pensé que ya estarías lista – reí y negué con la cabeza.

-Hola cariño –dijo mi mamá alegremente saludando a mi amiga. La verdad es que Maggie era muy querida en mi casa. La había conocido en primero de secundaria y desde ese momento nos hicimos inseparables.

- Mamá, deberías irte a trabajar, vas a llegar tardísimo y mira que ya no me quedo sola, tengo a esta loca conmigo –dije abrazándola de lado y riendo.

-¡Hey! ¿Acaso me has llamado loca? – dijo frunciendo el ceño pero sin dejarme de abrazar.

-Pues no es que esté mintiendo – dijo mi madre a modo de broma y todas reímos mientras Maggie hacía un ligero puchero.

-Mamá, Kara tiene razón, vámonos a trabajar, hay gente que nos necesita, tu hija estará bien – mi mamá suspiró y asintió, mientras Alex se acercaba a mí a abrazarme – te cuidas mucho, pequeña hermana, y si pasa algo, llámame, estaré para patear traseros –sonreí y la abracé fuerte. Realmente pasar con Alex era de mis cosas favoritas en la vida.

Among the Stars - Supercorp AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora