Capítulo 34.

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Meses después

Kara's POV

Era muy de mañana y desperté con un suspiro, ya que realmente no era un día como cualquiera. Y, de hecho, era lo que me había tenido desvelada toda la noche. El día que definía toda mi carrera había llegado. Me levanté de mi cama luego de pasar tiempo viendo el techo con los nervios a flor de piel, y me dirigí a arreglarme.

Me encantaba el vestido que había escogido con Maggie algunas semanas atrás para este día, y ansiaba usarlo, aunque también estaba desesperada por quitármelo, porque solo en ese momento tendría respuesta sobre qué pasaría con mi vida. Luego de arreglar mi cabello en ondas suelas de la mitad hacia abajo, para luego cumplir ese deseoso momento de poner mi vestido.

No lo quería ensuciar para nada, aunque la verdad es que tenía el estómago cerrado y no comería hasta acabar con la defensa de mi trabajo final. Había trabajado mucho en mi tesis y la dominaba a la perfección, pero en ese momento no me tranquilizaba.

Me miré en el espejo algunos segundos, el azul marino resaltaba sobre mi piel, y mi abultado vientre de ocho meses, a pesar de que era pequeño, se lucía en éste vestido. Alex y Maggie decían que ese era mi color.

Mi sesión en el espejo se vio interrumpida porque un sonido proveniente de mi celular me sacó de mis pensamientos, o mejor dicho, me despertó, porque estaba segura que por un segundo me había quedado dormida de pie. Caminé a este y no pude evitar sonreír al verlo. "Hoy lo harás increíble, mi amor, espero que lo creas, porque yo creo en ti, nos vemos allá, no olvides que te amo – Lena".

La sonrisa que se había formado en mí era inigualable, solo ella sabía provocar eso en mí. Iba a responderle, pero la puerta de mi habitación se abrió - ¡Pedido especial para Kara Danvers! – dijo la emocionada voz de Maggie, y era obvio, debido a que Alex siempre tocaba la puerta antes de hablar, pero mi mejor amiga no conocía el respeto a la privacidad.

La morena caminó hasta donde estaba con un ramo enorme de rosas, las cuales colocó encima del escritorio de mi habitación, donde solía estudiar siempre. - ¿Qué es eso? – pregunté con una ceja alzada, cuestionando la situación pero la sonrisa no se había borrado en mí.

-Alguien muy especial ha pensado en rosas mañaneras para cierta chica que tiene su día especial hoy y lo he recibido en la puerta – Me acerqué a la tarjeta que tenía mi nombre, y abrí esta "Como los cristales, y el agua del mar, son tus ojos azules los que siempre voy a amar. Y esa sonrisa, ese rostro, ese cuerpo, esa alma. La reina de mi corazón debe estar en calma, pues en ella debe creer para que llegue todo lo que deba merecer, aunque la vida se quede corta para ello. Te amo- Lena" – Hice un ligero puchero y puse la tarjeta en mi pecho, específicamente donde estaba mi corazón.

-Gracias por traérmelo Maggie – besé su mejilla, y ella se encogió de hombros.

-Debes agradecérselo a tu mujer, y ya verás, que te irá muy bien, si yo pude, tu puedes –Asentí más confiada. Mi cuñada había presentado su trabajo una semana antes y había sido la mejor de su clase. Solo le faltaba el acto de ceremonia para salir de la universidad, al igual que a Nia y mis amigos, que habían defendido el día anterior. Y los nervios me comían más mientras todos ya estaban celebrando.

Abracé a mi amiga y sin darme cuenta, mi hermana se había unido al abrazo. No sabía cuánto tiempo llevaba observándonos en silencio, pero no importaba. Alex besó mi frente, algo que me gustaba, porque su lado maternal y protector salía conmigo siempre, y amaba como lo era siempre.

Luego de eso, decidimos irnos a la universidad. Las piernas me temblaban de una manera que sentía que en algún momento no iba a saber controlar, sin embargo, practiqué unos ejercicios que mi mejor amiga me había indicado. Una vez llegamos, nos dirigimos al salón de conferencias, donde defendería mi tesis y me indicarían mi destino.

Among the Stars - Supercorp AUWhere stories live. Discover now