Black Water [Supercorp] TERMINADA

Esta es Lena Luthor

Levantarse temprano era posiblemente una de las cosas que la empresaria más detestaba pero, ya fuera por trabajo o por un niño hiperactivo, el deber la llamaba para aparecer a tempranas horas de la mañana, incluso a veces, antes de romper el alba. Antes de terminar de cepillar sus dientes y terminar de despertar pudo oír pies descalzos y uñas caninas chocando contra las tablas de madera del pasillo a acelerada velocidad, sintió la puerta abrirse para dejar paso a los dos tornados que hacían su vida brillar, después sintió un suave pero firme tirón en sus pantalones de pijama.

-Oslo está despierto -dijó su pequeño con una sonrisa.

-¿Si? -preguntó dejando de lado su cepillo de dientes para colocarse a la altura del niño con una pequeña sonrisa- ¿Y sabes sí Oslo quiere desayunar? -dijó acariciando al can antes de mirar a su hijo.

-Yo también estoy despierto.

"No me digas, no lo había notado", pensó Lena con una sonrisa.

-Bueno, supongo que entonces tendremos que desyunar los tres, ¿Uh? -el niño asintió con entusiasmo- bien, pero primero higiene -demandó- comienzas a apestar -bromeó.

-¡Claro que no! -rió el pequeño antes de colocar su pequeña escalera infantil para llegar al lavamanos, y poder cepillar sus dientes.

Lena lo ayudó con la pasta dental antes de observar a su hijo apoyada en el marco de la puerta con el ceño fruncido, pensando en el tiempo que habia pasado, habia crecido tanto en tan poco tiempo. No pudo pensar en el momento inevitable cuando ya no la necesitará. Dios, esperaba que el momento tardará en llegar, no creía que alguna vez estuviera lista para eso. Lo vió bajar de las escaleras con rapidez al canto de "Termine" antes de que Lena lo colocará de nuevo sobre la tarima.

-Ni lo creas, lava tu rostro.

-¡Pero estoy limpió! -se quejó.

-No es negociable niño, lava tu rostro -sentenció.

-Pero mami -se quejó con todo lastimero.

-Si lo haces quizás hayan waffles de desayuno.

No hizo falta más para que el niño comenzará a realizar la tarea. "Ingenuo, de cualquier manera habría waffles de desayuno".

-¡Estoy listo! -Lena lo miró con una ceja alzada- ¡En serio, no estoy mintiendo! -le aseguró el niño con una toalla en sus manitas, prueba de la veracidad de sus palabras.

Lena no soltó ni una palabra más antes de salir rumbo a su cocina de última generación, oyendo de nuevo los pasos tras ella. Girandose, ayudó a Kieran a sentarse en los altos asientos giratorios frente a su desayunador, rezando en silencio porque no fuera ese el día en que el niño decidiera caer de allí... es decir, no iba a morir, pero aún era acertado decir que los llantos infantiles no eran su cosa favorita para oír a las seis de la mañana, un lunes de trabajo.

Desplazándose por la cocina, poniendo cosas sobre las encimeras y buscando los alimentos, Lena comenzó a preparar el desayuno, poniendo un poco de alimento en el platillo plástico del cachorro. Mientras la pelinegra comenzaba a preparar la mezcla waffles y un poco de leche chocolatada para ambos, lo cierto era que solo tomaba café en la oficina, Lena se dedicó a contestar las preguntas que Kieran solía comenzar a hacer tan pronto como comenzaban su rutina.

-¿Hoy voy a ir a trabajar contigo? -dijó mientras Lena terminaba con el último waffle y lo colocaba en un plato, para sentarse a su lado.

-Mmm, no -respondió tomando un sorbo de su taza- hoy viene Jess a echarte un ojo, y después cuando llegue a casa, vamos a ir a almorzar con Mike.

-¿Tío Mike? -sus ojos brillaron. Lena asintió.

-Ajá, pero después tengo que volver al trabajo y tu tienes kinder... no pongas esa cara veras a tus amigos.