Demonio -Parte 1-

10.9K 1K 303
                                    

Valía decir que desde el momento que Lena apareció en el ascensor, después de ir a atender "asuntos personales", verla llegar con lo que Lucy Lane había llamado el demonio, la dejo más que un poco confundida, por un par de razones.

Primero: ¿Podria ser que Kara se equivocara al asumir que Lena miraba mujeres a siestra y siniestra?... posiblemente no se equivocara en eso.

Segundo: ¿Era Lena una persona domestica a tal punto?

Tercero: ¿Realmente la mujer le había dicho demonio a un pequeño niño de no más de tres o cuatro años?¿Qué clase de maldad podría hacer un lindo niño como ese?

Cuatro (sí, es una lista larga, se aguantan): ¿Era ese niño de Lena?

Quinto: ¿Era el pequeño perro que cargaba el niño, quizás, la bestia a la que se refería su compañera?

Sexto: ¿Como es posible que su jefa estuviera en una relación así se sería y Kara no sabía nada de nada?

-Danvers. Oficina. Ahora.

La obvia orden directa que Lena le dió tuvo un efecto inmediato en ella, dejando las preguntas para después y ponerse a trabajar en las necesidades de su jefa, el hecho de que Lena hubiera usado ese tono antes sin causar el más mínimo efecto en Kara la confundía, ¿Sería qué ahora qué la pelinegra llegaba con cara de querer matar a alguien por fin ponía un final al desinterés de Kara por ayudarla?

Con un poco de apuro, la rubia se apresuró los pocos metros que la separaban del escritorio de Lena para ver al niño sentado en el sofá de la oficina con una pequeña caja de jugo en sus pequeñas manos y el pequeño perro echado a su lado, ¿Porque todo tenía que ser tan pequeño?

-¿En qué puedo ayudarle, jefa? -Kara -murmuró mientras se giraba y quitaba la visión del adorable niño y el cachorro junto a él, para ver a su jefa, en traje, ceño fruncido y mirada demandante que extrañamente le quito el aliento.

-Vas a transferirte a la sala de juntas hoy, nadie va a molestarte y harás todo lo que tengas que hacer desde allí, las llamadas de hoy las contestaré yo directamente desde la oficina hasta ir a mis reuniones de hoy, tu sólo debes encargarte de los papeles y la logística del próximo embarque, ¿Entendido? -Kara asintió- Quiero que me contestes -Le corrigió su jefa con seriedad- "Si Lena, entiendo" -ejemplificó.

-Si Lena, entiendo -murmuró en respuesta repitiendo lo que le había dicho. Se estaba marchando, haciéndo una lista mental de lo que necesitaba llevarse consigo misma cuando Lena la llamó.

-Necesito algo más, Señorita Danvers -por su mirada Kara supo que Lena la había mirado otra vez, sus ojos la delataban- necesitó que se lleve a Kieran y Oslo con usted -dijo señalando a los dueños de los ojos curiosos que la observaban como sí supieran que sucedia.

-Yo... ¿Qué?

-Necesito que se lleve al niño y al cachorro con usted, por eso estará en la sala de juntas, no puedo tenerlos aquí molestando mientras intento antende llamadas, sería imposible. Serán solo unas pocas horas y luego esta libre de responsabilidades, la dejaré salir antes sí así lo prefiere.

-Lo siento, aún no... es que... los niños y yo... -observó los ojos curiosos nuevamente- ¿Cuál es Kieran?

-Kieran, es mi... hijo -sonrió a medias y Kara no puedo evitar repetir el gesto en sus labios- Oslo es la bola apestosa que mi hijo adora por razones que aún no entiendo.

Ella podía verlo ahora, el parecido entre ellos, los ojos verde oscuro, qué le recordaban a los bosques encantados de los cuentos de hadas, la pálida piel que parecía de porcelana, y el oscuro cabello negro, esponjoso pero no rizado. Podía ver también el parecido a su madre en su estatura, ninguno era lo suficientemente alto para su edad, incluso se atrevería a decir que ambos lucían más jóvenes debido a su tamaño. Las manitas de Kieran apenas rozaban el final de la manga de su pequeña sudadera, la cual solo dejaba ver la punta de sus deditos. Era adorable. Sus mejillas ligeramente regordetas, le recordaban a Kara sobre las horribles fotos de ella misma en la competencia anual de tartas de Midvale, donde tenía la boca llena y el rostro manchado. Horribles momentos, de verdad, aún que aún miraba con orgullo los trofeos cuando iba a casa de Eliza.

-Claro, bien, entonces los llevaré conmigo a las salas de juntas, seguro -aseguró saliendo de su trance.

-Perfecto -Kara observó a su jefa desplazarse hasta ella y mirarla con ojos críticos, tan cerca que la sintió soltar el aire justo contra sus labios- Ahora voy a advertirle algo aquí Kara, sí este niño que esta aquí, llega a sufrir de el más mínimo daño, lesión o algo, usted pagará las consecuencias, señorita Danvers ¿Entendido?

La mirada de Lena, verde-azulada, mirando directamente a sus ojos, como sí estuvieran hablando de un plan mafioso del último nivel, hicieron que Kara no pudiera evitar pero sentir que se encogía frente a su jefa, asintiendo sumisamente.

-Si Lena, entendido -no pasó desapercibida para Kara la pequeña sonrisa de lado que apareció en los labios de Lena en cuanto esas palabras salieron de su boca.

-Bien -posando una mano en la espalda de Kara, no demasiado abajo, pero tampoco demasiado arriba, la pelinegra la hizó caminar la corta distancia hasta el sofá, observando al niño pararse de inmediato y al pequeño cachorro hacer un intento de sentarse rectamente en el sofá, ¿Qué clase de poder era ese? Vió a Lena inclinarse en cuclillas frente al niño y acomodar unos cabellos rebeldes de nuevo en el adorable y sutil flequillo que el niño traía.

-Okey, Ky -dijó su jefa, tomando a Kara por sorpresa, con su voz tan dulce, que sonaba tan diferente de la voz cruda que normalmente utilizaba con Kara y con básicamente todo el mundo- ella es Kara Danvers, va a echarte un ojo a ti y a Oslo mientras mami resuelve esos aburridos papeles allá -señalo su escritorio- ¿Está eso bien para ti? -el niño asintió tal y como Kara lo había hecho minutos atrás, sin una sola queja- ¿Hay algo que necesites para pasar el rato con Kara?

-Oslo necesita una novia -miró a Kara, demandante.

-Yo...

-Resolveremos el asunto de Oslo mañana, Kara no puede ayudarte con eso cariño -Lena interrumpió su inútil respuesta- ¿Hay algo más en lo que pueda ayudarte?

-... -el niño la miro y luego a Kara- ¿Puedo tomar mis crayolas?

-En el cajón de siempre -dijó antes de que el niño saliera disparado a su escritorio para buscar un estuche con varios lápices y crayolas dentro, Lena sacó un billete- Si el niño necesita algo solo envia a algún interno por ello, cuida que nada tenga gluten, es intolerante, mortalmente intolerante -Kara asintió ante la severidad dde su voz- puede retirate -murmuró antes de volver a inclinarse, esta vez sobre la cabeza del pequeño y dejar un delicado beso allí- portate bien.

El niño asintió y salió corriendo a la altura de Kara para entregarle las crayolas, las cuales tomo rápidamente para observar al niño tomar su falda y esperar que Kara decidiera caminar.

-Entonces, bien me voy, okey... ¿Nos vemos?

Lena ignoró sus palabras, pero la observo con intensidad antes de girarse hacía su escritorio.

-Adiós cariño.

-Uh, adiós -murmuró Kara, viendo como Lena se giraba de repente, con mirada descompuesta.

-Adiós mami -murmuró el niño de vuelta.

"Carajo", pensó la rubia mientras se alejaba de su jefa con Kieran, caminó fuera de la oficina hacía su escritorio y observó al niño.

-¿Te importaría esperar mientras recojo un par de cosas para llevar a la sala? -el niño negó- bien, esto no será tan difícil, por supuesto que sería un angel su madre esta loca.

-Mi mami no esta loca -soltó el niño defensivo.

-Oh Dios. No, no -rió incomoda- no me referia a ella, estaba... uh, estaba recitando un poema.

-¿Y como va el poema? -Kara cerró la boca solo para volverla a abrir, su mayor error hasta la fecha.

-Dice, uhm, dice: "En el pueblo se murmuraba de la loca chiquilla, que... que volo por los aires, los aldenos murmuraban por toda la villa acerca de sus hazañas, 'sera un ángel con poderes celestiales'" y uhm... "'por supuesto que sería un ángel su madre esta loca'"... es que suena mejor en... en noruego.

-Okey.

Kara asintió y se apresuró a darse la vuelta para recoger todo.

-Entonces... ¿Cómo es ser hijo de Lena? -¿Era esa realmente la clase de conversación que quería entablar con un niño?¿En serio Kara?

Cuando aún después de juntar todo no escucho la respuesta del niño se giró a verlo.

-¿Kieran? -murmuró asustada- Oh no, no, no, no, no. Carajo.

Black Water [Supercorp] TERMINADAOnde histórias criam vida. Descubra agora