14. Gusto Creciente

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—A nosotros que mierda nos importa su recital. Aparte de haberlo organizado de la nada y que me va a costar un día de que me paguen. —Replica con gran malhumor.

—Que vamos a ver a Jimin-ssi

—Jimin-ssi. —Arremeda fastidiado.

Pone en duda que es peor: Saber de su existencia y conocerlo o haberse mantenido ignorante al nuevo y más grande amor platónico de Jungkook. Si Jimin tiene alguna eventualidad u ocupación particular Jungkook lo arrastra para que vayan a verlo. En esta ocasión se trata de una especie de pequeña festividad en esa empresa de talleres y cursos, aparte de una forma de evaluar a sus estudiantes. Jungkook no participaría por haberse incorporado tan tarde -Y aún así es el mejor de su curso-, pero todos los demás sí con Jimin al frente.

Su explicación es lógica hasta cierto punto y es que estando entre los bailarines es muy sencillo notar quienes lo hacen mal, si rendimiento, sincronización y un largo etc. Yoongi está irritado y es que quiere ir, otro al mismo tiempo no quiere ir. Sentimiento contradictorio propio de su naturaleza si se lo analiza con cuidado.

— ¿No te gusta Jimin? —pregunta bajando las escaleras del edificio en el que viven. Yoongi se detiene en medio de la bajada, con las manos en los bolsillos, bufa girando la cabeza en varias direcciones: ¿Cómo decírselo y que se lo entienda? Para Jungkook todo es tan sencillo como ir y hacerlo, sin importar lo largo del proceso. El fin último es el mismo.

—No soporto que me esté gustando ese niñato. Tampoco creo que podamos hacer nada. Es como todos ahí: Inocente, incapaz de decir una palabra mal sonante o tan siquiera imaginar lo que tú y yo hacemos. Nos vamos a pegar como unos lameculos estúpidos a quien no nos va a prestar la más mínima atención.

—Eso quiere decir que si quieres y por tanto hay que apurarnos.

Definitivamente no lo entendió.

—Jungkook-

—Te gusta, es lo importante y seguro que también está enamorado de ti. —Afirma con gran entusiasmo y enorme sonrisa. Blanquea los ojos.

Un perro. Habla con un perro y posiblemente uno real lo entienda más de lo que lo hace Jungkook en esta clase de problemas.

— ¿Por qué no vamos al cine? Podemos perder el tiempo de mejores maneras tú y yo solos sin necesidad de esto. Es sumamente inútil. —Prosigue sin avanzar. Jungkook no tarda nada en hacer una mala cara, insatisfecho y empezando a frustrarse enormemente.

— ¿Cómo va a ser una pérdida de tiempo? Es como si no pudieras ver la posibilidad, no estás pensando cómo deberías, muchos lo dicen: Te enfrascas tanto en ser el pasivo que ignoras totalmente lo que disfrutas siendo un activo. Eres versátil y teniendo a Jimin podrías disfrutarlo realmente.

—No sé si estás consciente de que esto funciona porque ambos somos desviados, él-

—Se va a romper. Lo vamos a romper.

La sonrisa de Jungkook le causa un terrible escalofrío. Sabe que está mal -por no decir fatal-, de la cabeza. No tiene un límite en cuanto a que hacer o qué no hacer. Su moral inexistente lo lleva a considerar opciones delicadas y muy peligrosas, sin embargo, estás la llevarían a lo que quiere. Por otro lado, está Yoongi, quien no se encuentra realmente seguro de la implicación.

Él está roto por culpa de gente que quiso romperlo por su propio disfrute, siguió fragmentándose a medida que permitía más abuso hasta finalmente ir a buscarlo. Él y Jungkook están rotos, por eso cuadran tan bien, pero inmiscuir a alguien que no lo está le genera conflicto. Es hacer lo mismo que le hicieron, volverse el mismo monstruo que tanto lo atormentó en su juventud temprana.

—Vamos. —Incita al tomarlo de la mano para que lo siga. Yoongi se deja, pensativo al respecto. Que tanto de su moral aún existe para no hacer lo mismo.

Posiblemente no dejará ese pensamiento de lado en todo el día.

~ * * * ~

El lugar está lleno de gente. No lo sorprende del todo que así sea. No reconoce a nadie, Jungkook descaradamente ignora a quienes lo saludan -posiblemente compañeros de clases-, y no hay rastro alguno de Jimin. Cerca de la tarima en la que se haría la presentación Yoongi se da cuenta de que ahí está el mismo tipo del otro día. Sonriente hasta el punto de causar ceguera por lo brillante de su sonrisa.

Casi lo considera la típica presa de Namjoon. Feliz y perfecto en su mundo hasta que él le pone las manos encima.

Debería tomarle una foto y enviársela a ver qué tal le parece. Seguro que le gusta.

— ¡Jungkookie si viniste! —exclama escandaloso y sonriente—. Jimin estaba un poco preocupado de que no vinieran. Seguro que ahora se va a alegrar mucho de verlos aquí.

— ¿Jimin me estaba esperando? —pregunta en un balbuceo lleno de emoción retenida.

—Por supuesto que sí. Eres su amigo ¿Por quién lo tomas? —Da un suave y juguetón golpe al hombro del más alto y musculoso de los tres—. Y tú debes de ser Yoongi, también andaba preocupado por ti, diciendo que tal vez te irías a media presentación o no vinieras de plano.

—Ummm...

—No debe faltar mucho para que empiecen. Quédense cerca para que no les quiten el lugar. Muchos vinieron por esto y la comida gratis.

—Comida gratis. —murmura Yoongi estirándose a buscar con la mirada dónde está la comida.

Eso sí que le interesa al cien por ciento.

Pasa cierto rato hasta que la presentación fuese a iniciar. Yoongi nota en todo momento a un hombre que va de acá para allá, lleva mil bolsos, comida, con el celular en la mano y en general es el más ansioso. No debe ser del staff considerando que va con ropa casual -Gucci más específicamente-, y estaría preocupado en otra clase de cosas en lugar de parecer el mayordomo de Batman.

—Espero que esto realmente valga la pena. —Bufa malhumorado. Al menos tienen asiento y sombra, de estar bajo el maldito sol se iría sin más.

La presentación inicia. Es bastante artística y llena de sensibilidad. Todos en el público retrocedieron levemente por el repentino salto de Jimin, quien en exhibición de su experiencia hacia pasos entre complicados y delicados. Danza contemporánea a final de cuentas. Llega a notarse que es el profesor en todo esto, pues a pesar de los nervios, es el único capaz de mantenerlos a raya. De no ponerlos al descubierto.

La presentación sigue y sigue subiendo en su intensidad junto a la música. Yoongi no hace más que ver fijamente a Jimin. Casi rezando que dejara de hacerlo tan bien. De incitar su ansia destructiva con su delicadeza y fragilidad sensible.

Es tan odioso

— ¡Jimin ssi! —Exclama Jungkook levantándose y aplaudiendo con muchísima fuerza. Contento y maravillado.

Tan odioso que consiga que le guste más y su poca resistencia se vaya a la reputisima mierda.

Ahora solo queda saber a quién miro antes que a ellos.

Sick or Fake || YoonMinKookWhere stories live. Discover now