Revelación

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Un mes después las cosas seguían como al principio él rogando cariño de Cassandra y ella utilizándolo como se le antojara el problema era que no podía seguir saltándose sus obligaciones y perdiendo el tiempo en Londres.

Había asistido a toda clase de eventos con la única excusa de verla una vez más se encontraba seguro que su hermana empezaba a sospechar si bien Belle era muy prudente no era tonta como todos pensaban era el momento de tomar decisiones y obligar a su mujer a que hiciera lo mismo.

Esa noche se encontraban en casa de los Stirling como en otras ocasiones lo había relevado de acompañante de la muy poco agraciada prima de su amada Lady Alexandra Stirling la muchacha dejaba mucho que desear eso fue algo que el noto nada más al conocerla, tenía una actitud muy silenciosa y taciturna con una belleza ordinaria y un carácter demasiado flojo para su gusto.

La primera vez que los presentaron apenas cruzaron unas palabras los minutos más aburridos de su existencia cuando lo obligaron a sacarla a bailar lo había pisado durante todo el baile era definitivamente la clase de mujer de la cualquiera huiría. Mientras todos se enfrascaban en una conversación sobre telas y demás alzó la vista para dirigirla a su querida Cassandra tan hermosa dedicaba sonrisas acompañadas con miraditas de deseo hacia su persona cosa que pareció no pasar por desapercibida para su compañera de mesa que reveló sorpresa y consternación al verlos coquetear. Decidió ser más discreto e intentar conversar con la dama que tenía a lado.

- Su madre es una excelente anfitriona mi Lady. Comentó tratando de sonsacarle unas palabras a la joven pelirroja de alado.

- Siempre se esfuerza por agradar a sus invitados mi Lord. Susurro en respuesta.

- Bueno me apena saber que no seguiré disfrutando de sus magníficas reuniones debido a mi pronta partida. Aseguro este último con una fingida sonrisa.

- Lamento escuchar que nos abandona pronto mi Lord. Resaltó ella dándose valor para continuar. – Espero algún día poder visitar Holmes Chapel. Termino por decir.

- Hágalo apenas pueda le aseguro que no se arrepentirá. Pensó en agregar algo más. – Black House estará abierto para usted y su hermana mi Lady.

- Se lo agradezco mi Lord. Respondió de manera tímida. -Tal vez lo haga después de tomar el habito señor.

Las últimas palabras de la muchacha lo sorprendieron como es que una mujer proveniente de una familia tan pudiente aceptaría pasar sus días en un convento cuando podía casarse con cualquier caballero, aunque fuera solo por interés de este último. Si bien no solía interesarle la vida ajena en esta ocasión no pudo evitar interrogarla un poco más.

- Ningún caballero es digno de estar a su lado Lady. Inspecciono el mirándola.

- Más bien diría que no soy digna de ningún caballero mi Lord. Contesto para después lanzar un suspiro. – Ser monja sería menos indigno como también haría que fuera menos señalada por la sociedad por no encontrar un esposo en mi última temporada. Indicó con mucha aflicción.

- Pues déjeme decirle que es una pena que se desperdicie de esa manera Lady. Le brindo una sonrisa y trató de reconfortarla un poco.- Mi hermana se encuentra en su misma situación solo que lo hace por gusto y le diré algo si no está convencida de su vocación no lo haga. No sea cobarde no les de el gusto de huir. Terminó por decirle.

TROUBLEWhere stories live. Discover now