TROUBLE

Revelaciones

Lord Cavill era un paciente demasiado mimado e insufrible pues no estaba dispuesto a permanecer inactivo mucho tiempo, exigía la compañía de su esposa como un niño mimado y no tenía reparos en salir a buscarla el mismo. Esa misma tarde al despertar y hallarse solo salió a hurtadillas buscándola encontró a la cabellera roja revuelta frente al ventanal, Alexandra lo había dejado dormido horas antes retirándose a pintar el bello paisaje de Black House.

Estaba tan concentrada en ello que no reparo en su presencia hasta que lo sintió acariciar su cabello, sabía que era el, lo regaño por salirse de la cama y lo llevo devuelta, cambio su vendaje como hacia a diario y él se dejó hacer.

-Tienes buena mano para la pintura querida. Comento él.

-Gracias. Respondió con sinceridad. Hago lo mejor que puedo, no deberías salir de cama estando tan cerca te hubiera oído llamar.

-Lo dudo mucho, te encontrabas tan concentrada disfrutando del campo he sido un egoísta, al interrumpirte. Dijo sin rastro de culpa. –Te gusta este lugar esposa. Preguntó.

-Amo este lugar. Afirmo ella. –Creo que te he mimado mucho mi Lord.

-Me alegro que lo ames pues perteneces a él. Acaricio su mejilla. –No sé qué seria de mi sin ti, creo que me he vuelto adicto a ti. Logro ruborizarla.

-Yo solo quiero pertenecerte a ti. Revelo ella.

-Me perdonas. Pregunto mirando sus ojos.

-No tengo nada que perdonarte. Confió ella sonriéndole con dulzura.

-Tienes que perdonarme ser un idiota, no me di cuenta antes de cuanto te amaba de seguro lo hacía antes de saberlo yo mismo, quien podría resistirse a ti. Mi amada y dulce esposa no te merezco, pero estoy agradecido de tenerte, prometo que no me cansare de decirte lo mucho que te amo. Susurro para luego besarla.

Alexandra no pudo evitar llorar pues ahora veía sinceridad en las palabras de Henry. Desde ese día las cosas no pudieron ser mejores ni más felices.

Casi al final del mes Lord Cavill se pudo recuperar totalmente y hacerse cargo de lo que le correspondía, Lord Styles había sido muy compresivo y colaborador, esa mañana en la que terminaba de entregarle formalmente todos los asuntos que había llevado en sus hombros el último mes, recibió un agradecimiento sincero del Conde que llevo a una conciliación anhelada por todas las damas a su alrededor.

Tiempo atrás...........

Tres jóvenes dos Styles acobijados por el mismo linaje y el último un Cavill, todos de familias ilustres, los dos mayores Alexander y Henry compartían complicidad y una suma de caracteres muy parecidos junto a una amistad de años, la llegada a la ciudad de una joven muy bella llamada Cassandra había sellado el destino de estos tres caballeros o eso creían, pues la mujer en cuestión había sembrado enemistad en los tres muchachos.

Aun recordaban cada uno como la mordaz mujer había pagado a sus cariños pues los tres embaucados y separados por ella nunca pensaron que su abandono seria por un cuarto hombre al que había elegido.

Antes de marcharse había renegado del menor de los Styles, el ahora Duque había sido despreciado por ser un segundón sin herencia ni futuro, el otro Alexander había sido utilizado y abandonado por tener una mancha de sangre pues aunque todos lo desconocían el hombre había dejado este mundo sabiendo qué no era un Styles, el tercero Lord Cavill fue abandonado pues la mujer nunca había amado al susodicho y se lo comento antes de despedirse de ese entonces hasta hoy habían pasado más de diez años.

Una vez aclarado el tema, terminada la enemistad, sin la mujer que los había herido tanto de por medio, aquel pasado fue olvidado y curado por dos mujeres que habían logrado conquistar el corazón de un par de caballeros en desdicha. Ahora sabían que el problema no fue ninguno si no la falta de amor y corazón de una mujer frívola, egoísta y sin sentimientos que no había amado a nadie en su vida.

Desde ese día ambos hombres fueron amigos y confidentes, en medida de lo que un hombre puede confiar a otro. La familia estaba unida, la dicha nunca había parecido mejor.

Y la última novedad solo servía para colmar de más alegría entre los seres que se muestran un afecto profundo. Lady Alexandra comunicó que esperaba un heredero terminando así de consumar el amor que ella y Henry se tenían.

Lord Cavill era otro y todos podían dar fe de ello un hombre amoroso, alegre y conforme con todo lo que la vida le había regalado ahora más que nunca agradecía haber besado a la mujer equivocada en esa fiesta.