Y ahora que?

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Podían decir que pasaron días o meses pues para Alexandra el dolor era el mismo, su esposo había desaparecido y nadie sabia nada al respecto, la esperanza de encontrarlo era lo único que la mantenía en pie. Las cosas dentro de Black House no iban bien solo quedaba llanto, pena, consolación de los unos a los otros.

Cuando el futuro parecía mas oscuro para todos surgieron noticias que si bien no eran las mejores por lo menos eran consoladoras, se presento una mujer afirmando que había visto al Conde huir con una mujer en dirección desconocida. Lord Styles había afirmado que averiguaría todo lo que pudiera del asunto. El corazón de Alexandra no creía soportar mas pues si bien Henry había aprendido a quererla seguía sin poder competir con el amor que sentía por Cassandra.

Las noches posteriores a la desaparición o posible fuga, la mujer solo pudo pedirle a Dios que mantuviera a Henry a salvo pues prefería lidiar con el repudio de su esposo que saberlo muerto. Entre tanto desanimo y desesperación una luz pareció iluminar el camino pues en esos mismos muros una nueva vida llego al mundo, llenándolos de felicidad al menos de momento. Lady Victoria había dado a luz a su hijo al que decidió llamar Henry en honor a su hermano. Al ver al bebe Alexandra anhelo tener uno propio.

Henry se hallaba en el peor estado posible con la conciencia recobrada pudo notar que al caer del caballo se había fracturado la pierna eso junto con las sogas impedían lograr un escape a su favor, la mujer que lo tenia secuestrado se encontraba torturándolo día y noche y sin ser suficiente temía lo que esta pudiera hacer en contra de su esposa que desconocía el peligro que la rondaba.

Sentía como si hubieran pasado años cuando el encierro solo contaba con algunos días sin embargo la zozobra de estar ajeno a todo lo que ocurría a su alrededor era lo que lo mantenía intranquilo. Tenia que lograr salir de ahi y detener a Cassandra.

-Querido acabo de llegar. Exclamo entrando con algo de comida en sus manos.- Te he traído algo de alimento y prometo que si te portaras bien te dare algo de morfina para el dolor. Termino por decir.

El aludido se encontraba tan cansado que solo atino a asentir pues el dolor estaba acabando con el, necesitaba algo que lo calmara y le ayudara a idear una salida.

-Así me gusta, eres un tesoro, te prometo que en cuanto Alexandra deje de respirar tu y yo saldremos de aquí juntos. Beso sus labios procediendo a alimentarlo.



 


TROUBLEWhere stories live. Discover now