Capitulo 2

6.6K 595 145
                                    

La tormenta se había descargado con todo, la noche había sido una constante de truenos, refucilos y una lluvia torrencial

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


La tormenta se había descargado con todo, la noche había sido una constante de truenos, refucilos y una lluvia torrencial. Menos mal que ella había aparecido justo antes que el clima empeorara.

Había limpiado la herida de su ceja y arropado para no se enferme. Logré conciliar el sueño recién a las dos de la madrugada, moría de ganas de meterme bajo las sábanas junto a ella pero si lo hacía, mis manos y mi pene no la iban a dejar descansar. Probablemente visto de afuera seré un loco, un enfermo, tener esos pensamientos con una joven que encuentras así como así en tu territorio, probablemente no es lo correcto. ¿Adivinen qué? No me importa.

Bostece estirando mi cuerpo en aquél sofá cama color marfil, la luz que entraba por la ventana era tan tenue que pensé que era demasiado temprano aún, un segundo vistazo me hizo saber que en realidad, la tormenta estaba en pausa, las nubes cargadas y grises, oscurecían el cielo. No era por decirlo pero días así se convertían en mis favoritos, era como la excusa perfecta para quedarse en casa, ¡Claro! No es como si fuera a salir por más que el clima estuviera bueno, aún no, tal vez más a futuro.

Unos pasos suaves se escucharon por las escaleras, mis ojos te buscaron, me sorprendí que hubieras tomado mi ropa para vestirte más no me importó, ahora lo mío sería tuyo. Era consciente que mis pensamientos hacia ti iban muy rápido, eran como un tren fuera de control y me ocasionaba cierta inseguridad, los trenes sin control terminaban en tragedia, sin embargo, no era de esa clase de hombre que hacen atrocidades con las mujeres, no, claro que no. Si bien...tu pasado no me importaba, no me interesaba saber la vida que dejabas allí afuera, porque esa ya no era tuya, y la actual sería diferente. Había algo que me interesaba, saber qué te había ocurrido pero qué más da...

Ahora mi mayor preocupación era convencerte de que no te vayas,que sea tu decisión quedarte ¿Cómo haría eso? No tenía ni idea.

— ¿Quién eres? ¿Dónde estoy?—  a comparación de la noche anterior tu voz sonó con más firmeza. Ahora en cuanto a la pregunta...

Arrancamos bien, ni idea de dónde te encuentras...

— ¿Quién eres tú? ¿Cómo llegaste a mi casa? — pregunté y era lo más lógico de preguntar, más allá de mis planes, de mis gustos, no dejaba de ser absolutamente extraño el cómo llegó.

— Yo...— la nerviosidad se plasmó en cada uno de tus gestos, junto a algo más, algo —... yo no lo sé —¿Qué? ¿Qué clase de respuesta era esa? Fruncí el entrecejo, hice de nuevo un repaso, estabas balbuceando, tus ojos inspeccionando cada rincón en busca de una amenaza — No recuerdo nada, yo...¡No recuerdo nada! — aquellas palabras me dejaron boquiabierto, sin comprender la totalidad del asunto, me pasé una mano por la cara tratando de despejarme y aclarar la situación.

— A ver, ¿Qué quieres decir con eso? ¿No recuerdas como llegaste aquí, no te acuerdas de ayer, exactamente qué? —

— Yo, anoche estaba en la fiesta de mi cumpleaños y...ya no más — bien, ya entendía por dónde venía todo, la joven había estado de fiesta y seguramente la bebida se le había subido de más a la cabeza, no recuerda lo de la noche, aunque si hubiera bebido y todo lo demás ¿Por qué tenía signos de deshidratación? Es como, no sé, si por días no hubiera comido o tomado agua y eso no podía ser, ¡Vamos! Venía de una fiesta.

Bajo Llave | Jeon JungkookWhere stories live. Discover now