Soledad, eso es lo que hay en estas cuatro paredes.
Salir, correr, ordenar, es lo único que hago. Una rutina, monótona.
Pero eso cambió cuando te encontré, frente al muro, desnuda, sola, hambrienta y tan mía.
Joder, cuando te ví, solo quería llevar...
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— ¡¿Qué diablos?! — exclamó asustada, me hubiera gustado más que sea parte de mi plan y no la realidad. Ella no figuraba como desaparecida y todo lo que había pensado decirle, se lo terminé diciendo, solo que a diferencia de la situación creada en mi cabeza, esta era completa y absolutamente real.
Mi idea de crear un enemigo afuera, un lobo, cosa que ella tuviera miedo de salir allí afuera y que me viera como su único camino, el único en quién confiar y que sola surgiera la idea de que se quede a fin de no salir hasta saber quién era ese enemigo, a partir de ahí, las cosas serían absolutamente mi responsabilidad, hacerle olvidar todo, las ganas de irse, el saber que sucede, la incertidumbre...todo e irme metiendo bajo su piel, colmarla de atenciones, que su mundo gire a mi alrededor, ser el planeta Tierra y la Luna, que me vea cómo su protector, hasta que finalmente olvide todo y cuando eso suceda, por fin entregarme a amar.
Ella ya había captado mi atención en todos los sentidos que se puede captar a un hombre. El problema era que podía haber un enemigo real allí afuera y la cosa cambiaba, porque el peligro existía, una nube negra estaba sobre su cabeza.
— Llamaré a la policía — dije y me debatía en hacer una llamada falsa o una real. Tenía un noventa y nueve por ciento de seguridad de que me iban a decir que bajo nombre de kim Yelin no había ningún reporte desaparición, pero claro, siempre estaba ese uno por ciento para jodernos la vida. Y como milagro del cielo recordé el llamado que le había hecho a mi buen amigo Namjoon, él averiguaría eso por mí.
Tomé el teléfono con seguridad y decidí apegarme al plan tal y cual era. Bajo los ojos atentos de Yelin, marqué y en vez de darle al botón de "llamar" en el inalámbrico, le di al rojo borrando todo. Aclaré mi garganta y me llevé el aparato al oído, aguarde unos segundos antes de comenzar con la actuación — Buenos días, llamaba para preguntar sobre una persona desaparecida, Kim Yelin, vi su foto en una red social con el título de "se busca"... —hice silencio fingiendo que escuchaba a alguien, si bien en estos momentos sentía vergüenza ajena hacía mi mismo por lo que estaba haciendo, era la única manera de que las cosas salieran sin necesidad de forzarlas, solo debían pasar ciertos hechos o situaciones y las cosas saldrían, y si uno tenía la capacidad de manipular esas situaciones a su medida podía obtener grandes cosas, resultados y pasar inadvertido.
Fruncí el ceño y eché una mirada rápida a Yelin, quien se encontraba sentada en el sofá marfil .—... ¿Está seguro? —pregunté, como si mantuviera una conversación con un oficial, lo único que esperaba es que no sonara el teléfono en mi oreja y a la mierda todo —...ya veo, me habré confundido...si, tal vez sea eso, un posteo falso, bueno, muy amable, gracias — suspiré dejando el teléfono en su lugar.
—¿Nada? —preguntó atónita, negué pegando mis labios en una mueca recta y fina— diablos... ¡Estoy jodida! —
—Llama a tus padres —sugerí como si nada — aunque ¿No te parece raro que no te hayan reportado ellos mismos? Fueron casi tres semanas sin noticias — clavé la duda, ella me echó una mirada de incertidumbre, había dado en el blanco.
