— Sabés...la señal aún no vuelve — te escuché decir mientras yo guardaba alimentos en la alacena — ¿Cómo sabremos del mundo exterior sin señal? ¿Qué haces tú en estos casos? —
— Aguardo hasta que vuelva o en su defecto, voy a la empresa de telefonía para que verifiquen o me envíen un técnico — hice un recuento general de todo lo que había, alcanzaría para unos días más aunque al aceite no le tenía fe de que dure hasta la mitad de la otra semana. Tal vez tuviera que salir a comprar o tal vez improvisaría en otras comidas, tenía suficiente de otras cosas en las que se podrían usar.
— ¿Sigue en pie tu propuesta? — me congelé en el acto. Ayer había hecho una jugada muy arriesgada pero la colocaría a ella justo donde quería y evidentemente estaba dando frutos, no me imaginé que tan de prisa aunque tampoco me quejaba.
Eché una mirada casual como si poco me importase — Sí — contesté. Cerré las puertas de la alacena y te enfrenté.
— En vista y considerando todo lo que me ha pasado y lo que sucede actualmente, creo que tú idea es buena — asentí con la cabeza totalmente de acuerdo con lo que decías — el tiempo coloca las cosas en su lugar, mi último recuerdo es mi cumpleaños y eso fue hace tres semanas, si alguien me tenía y yo, no sé cómo, logré escapar, va a estar esperando a que haga contacto con el mundo para volver a encontrarme, no sé sus intenciones y no recordar me pone en desventaja por eso...por eso preguntaba si sigue en pie la propuesta de que me quede hasta que mis recuerdos vuelvan —
Plantar ideas en tu cabeza era más fácil que tomar agua. La ingenuidad predominaba en ti, como el oxígeno en los pulmones. Me sorprendía el hecho de que fueras tan confiada. Después de todo... ¿Pero quién era yo para decir que era malo y que era bueno? Si quiero tu bien, garantizarlo era otra cosa. Yo por mi parte estaba seguro de cuán peligroso era para ti, cero por ciento ¿Pero tú? ¿Cuándo te sientas encerrada? ¿Me verás como peligro? Como un loco...
— ¿Qué dices? — preguntaste expectante trayéndome de nuevo a la realidad — prometo cocinarte — sonreí.
— Digo que voy a aumentar unos cuantos kilos con tu arte en mi cocina— cedí riendo.
— Gracias... — se hizo una pausas de esas que anuncian que hay algo más, eché una mirada indagando la situación —...Oye...con respecto al beso, olvídalo...yo, no quiero que te sientas incómodo con nada—
— ¿A ti te gustó?— interrumpí, tus ojos vagaron por la cocina sin responderme.
— No importa si me gustó, importas tú — dijiste y para ser sincero fui sorprendido, sorprendido por dos lados, primero en las películas o libros por lo general el "galán" es el que se disculpa o se excusa, y si bien es ficción, pues ésta es sacada de la realidad o de su semejanza, asi que ver a una mujer, sobretodo una como tú que se notaba a kilómetros que eras demasiado inocente e ingenua, me quedé impresionado. Sorprendido por otro lado era por la capacidad de hacerte responsable de cosas que no eras, tal vez era por como había dicho, eras muy ingenua, más de lo que imaginé. Y eso no podía encantarme menos.
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Bajo Llave | Jeon Jungkook
FanfictionSoledad, eso es lo que hay en estas cuatro paredes. Salir, correr, ordenar, es lo único que hago. Una rutina, monótona. Pero eso cambió cuando te encontré, frente al muro, desnuda, sola, hambrienta y tan mía. Joder, cuando te ví, solo quería llevar...