Bajo Llave | Jeon Jungkook

Capitulo 16

Aún no lo podía creer ¿Es en serio? Generalmente la gente cuando ve un arma se asusta, generalmente se guardan a silencio, obedecen. No, tú...

Suspiré por ¿Novena vez? Ya que sabía yo, había perdido la cuenta de cuántas veces había suspirado, bufado, insultado a todos los muebles de la casa. En mi cabeza no encontraba el sentido, o bueno, tal vez hacía dos horas más o menos lo había podido deducir, pero solo era eso, una jodida deducción y esperaba una confirmación, una de tus labios.

- Esto es inmaduro - escupí las palabras - ¿Es en serio? Yelin tu... ¡Ahg! - me quejé llevando mis manos a mi cabello, el pobre tenía más nudos que mis neuronas cuando intentan funcionar para parecer un civil corriente con un estado de salud mental equilibrado - Lin, te pedí amablemente una oportunidad, oportunidad que tú deberías aprovechar ¡Mírame! Te estoy ofreciendo mucho más de lo que cualquier hombre te daría, porque ahí fuera - señalé el ventanal - no hay hombres casi, lo que hay son... cualquier cosa, adictos al gimnasio, a las redes sociales, a qué sus abdominales estén en el mismo lugar que antes de comer un plato de pastas, drogadictos, alcohólicos, jugadores con mujeres como tú, tú estás para mucho, tu no estás para perseguir a alguien, para fijarte si le dio like a la foto de otra mujer en facebook, ni para controlar que cuando salga con sus amigos no esté con alguien, no estás para rogar, no estás para ser la novia de un fulano, estás para ser la reina, mi reina - te observé en busca de una reacción, nada, ni un pestañeo diferente - ¡Oye! Esto, lo que sea que estés intentando, ya para - y me encanta la atención que me diste, ni tu mirada ni un mísero movimiento - al menos come - empujé el plato de comidas, vamos, era tu favorito.

- Anda bebé, come por favor - recurrí al JungKook tierno y meloso, no logré ni un cambio, como en los últimos dos días, no me hablabas, no comías, estabas demacrada. Una jodida huelga en todo sentido - si sabes que tengo un amigo médico ¿Verdad? Si es un plan para no tenga más remedio que llevarte al hospital, niña, estás equivocada, terminarás con una intravenosa en mi habitación y créeme que duelen - lo sé por experiencia pensé, recuerdos de cuando mis nervios se veían afectados y caía en hospitales.

¡Dios! Que infierno, la comida, el olor a desinfectante, la poca privacidad, el hecho de que un familiar este ahí las veinticuatro horas. A veces las situaciones en casa se tornaban tensas y tóxicas, mi hermana era todo un desafío y jamás se lo hacía sentir, solo le sonreía y seguía como si nada, hasta que los nervios le pasaron factura a mi cuerpo provocando anemias, comía pero simplemente la comida no surtía efecto en mí, era como si me alimentara de aire.

Volví de entre mis recuerdos, el plato seguía intacto - Aún tenemos que hablar de lo que pasó hace dos noches - y por fin me miraste -¿Salir corriendo gritándole al que estuviera escondido de que yo tenía un arma? ¡Lin! Pudiste ponernos en peligro ¿Y si esa persona también estaba armada? ¿Y si te disparaba? - bajaste la mirada y no supe si era porque estabas avergonzada, arrepentida o te importaba literalmente un carajo, negué con la cabeza - estuve dos días debatiendo que te pasó por la cabeza y mi única respuesta es que querías sabotear lo que sea que intentara como venganza porque no te dejo ir - recibí tu mirada, una inquieta y de reojo - supongo que di en el clavo, Lin, si en ese momento esa persona hubiera aparecido no me hubiera quedado más remedio que gatillar ¡Pero para reducirla! ¿Acaso crees que soy un asesino? ¿Que mato a todo aquél que entra en mi territorio? ¡Por Dios, Yelin! Okay, lo mato ¿Y dónde lo meto después? - bueno, sería un gran abono para las plantas pensé, tus ojos me encontraron, no podía creer la especulación en ellos - no puedo creer que estés pensando esto con seriedad...- incliné la cabeza hacia atrás y conté hasta diez.