Las lágrimas no me dejaban ver el rostro de mi amado italiano. Todo mi cuerpo hormiguea de miedo ante la sola idea de que pudieran hacerle daño.
-No pueden hacerte eso.- susurro, rogando que sean solo suposiciones suyas.
-Desde que llegaste a mi he cometido muchos errores. He traicionado todos mis deberes y derechos- un sonrisa irónica sale de su boca. -He descuidado el negocio por cuidar de ti, pasado por encima de la única familia que he conocido durante toda mi vida por mi capricho de tenerte, Laura.
-Dices que la familia es lo más importante para ustedes, ahora tu tienes una familia. Ellos tienen que entender eso.- mi desesperación es palpable.
-Lo máximo que pueden hacer es dejarme vivo hasta que Lucca nazca, eso si tienen suficiente piedad de mí.
-¡Massimo yo no pienso dejar que te maten! Puedo hablar con ellos, puedo ser la esposa de la mafia que desean- me guindo a su cuello. No, él no.
-Pequeña, ojala el mundo fuera tan blanco y negro como tu lo ves.- sus palabras no me reconfortan.
-¿Te resignaras?- gruño indignada, soltandome de su abrazo como si este me quemara. Él me mira tranquilo, como si no estuviéramos hablando de su vida en lo absoluto.
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365 días de vida.
Fanfiction¡Fanfiction! Final alternativo. Después de leer tercer libro quise darle un giro de 180 grados a la historia. Según ustedes ¿De quién serán los 365 días que seguiremos en este fanfic? *Embarazada, Laura recibe un disparo. Los mejores médicos lucha...