365 días de vida.

Guerra

Update

Chicas ❤️😊 agradezco cada uno de sus mensajes. Me encanta que amen la historia y que apoyen pero he visto muchos comentarios acerca del porqué de la Resignación de Massimo.
desde que me plantee esta historia, me imagine un desarrollo y un posible final. Pretendo continuarla de esa forma. Para mi, como imagino para cualquier padre la vida de sus hijos es lo más preciado y sé que no sucederá a diario que te pongan a escoger en la vida de tu hijo o la tuya así que espero puedan ponerse en la piel de Massimo, en todo el dolor que siente también él al no poder hacer nada por salvar las vidas de sus amores más la suya y entender el porqué de mi modo de escribirlo ❤️

Sin más que agregar, a Leer 😘

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Como completa predicción de la pediatra Lucca duerme sólo dos horas antes de que la fiebre se haga presente. Es la primera vez que se presenta algún problema médico luego de su salida del hospital después del nacimiento y estoy de los nervios. Me estalla la cabeza de dolor y si ya mis niveles de ansiedad por todo lo sucedido con Gattuso ésta mañana y Massimo no habían sido suficiente para hacerme alcanzar las nubes, con ésto las sobrepasaban.

Le suministro el medicamento prescritos y lo amamanto hasta que vuelve a dormirse. Sus mejillas están rosadas y los ojitos tienen un tono vidrioso por el malestar lo que me rompe el corazón por no poder hacer más que acunarlo, sostenerlo y darle mimos.

Massimo entra a la habitación un par de horas después de nuestra discusión. Más allá de todos los problemas que tengamos sabemos bien que Lucca no tiene porque ser afectado por todo ello y pasamos la noche tratando de calmar a nuestro pequeño, diciéndonos lo necesario, con un aire tan pesado entre nosotros que era palpable. Me dolía estar frente a él y no poder decirle que estaba sucediendo pero no podía sentarme a esperar que mágicamente apareciera un milagro para nuestra familia, no después de comprobar que él había tirado la toalla por completo. Ansiaba el momento en que abandonara la habitación para que los silencios incómodos se acabaran y no hacerlo notar mis nervios por mañana.

Lo miro dormitar un poco con Lucca en su pecho. La imagen me infla y a la vez me encoge el corazón.

Si tan solo nos hubiésemos conocido en otras circunstancias, que fuéramos dos personas comunes y corrientes, sin pasado, sin un destino oscuro, sin los días contados.

-Trata de dormir. Yo me ocupo de la toma de las 3.- recelosa incluso con él por no querer alejarme de mi pequeño se lo entrego. Está despierto y se queja levemente. La fiebre ha cedido pero se ve que el malestar aún está en su cuerpecito. Juntos abandonan la habitación y Massimo apaga las luces para dejarme dormir. No he tenido un momento de descanso desde las seis de la mañana de hoy pero lo que él no sabe es que mi cerebro está trabajando como loco ideando un plan para mi reunión con Nicola. Ha decidido que quiere verme en su casa en Calabria y tengo que buscar el modo de que Massimo no se entere porque ha sido una de las instrucciones que me ha dejado. Intento concentrarme en eso, trazar el camino que debía seguir para encontrar la solución a sus amenazas. Me siento atada de manos por no poder hacer nada más que complacerle los caprichos a un cerdo asqueroso que sólo quería diversión por unas cuantas horas.