Entrevista Massimo Torricelli

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Arreglo mis lentes de astigmatica y miope sin remedio deslizandolos por el tabique de mi nariz con manos sudorosas. Me suda cada poro de piel existente como nunca antes y estoy segura que si en éste momento me tomarán el ritmo cardíaco mi doctor se preocuparía al estar al borde de un paro cardíaco.

Respiro, alineando por decimoquinta vez el lápiz, mi libreta y la grabadora en la gastada mesa dentro de una pequeña habitación vigilada por telecamaras en el Alexander Maconochie Centre en Hamilton Hum en Canberra, Australia. Prisión abierta a finales del 2008 y con capacidad para 300 reos. Una de las pocas prisiones que retiene a presos de máxima seguridad, mínima seguridad y en prisión preventiva a espera de condena, tanto hombres como mujeres.

Mi entrevistado de hoy ha hecho uso de las instalaciones de la prisión preventiva por más de cuatro meses, esperando su absolución de cadena perpetua luego de colaborar con la justicia al violar su juramento hecho bajo el código U Omertá, lo que se conoce dentro de la Mafia Italiana como el código de honor, el cual prohíbe informar sobre las actividades delictivas consideradas asuntos que incumben a las personas implicadas.

Estamos a finales del 2020. En las últimas décadas se han desmantelado, gracias a arduo trabajo de colaboración entre países, muchas bandas delictivas ligadas al narcotrafico, mafia y lavado de dinero. Ha sido clave la pérdida de miedo de los testigos para soltar la sopa y olvidarse de la Omertá, negociando sus condenas, su salida de prisión y protección de por vida ya que en la cultura de la Mafia, romper tal juramento es punible con la muerte.

Llevo esperando media hora sentada aquí sin contar el tiempo conduciendo desde Sídney y el utilizando en revisión, detección de metales y declaración de que no he venido a ayudar escapar al señor Torricelli. Algo ilógico porque ¿Quién quería escaparse a dos días de su absolución?

Leo mis notas una vez más para no trabarme cuando lo tenga en frente. Me llevó más de un mes conseguir los permisos para la entrevista y fue bastante satisfactorio el recibir una respuesta positiva del hombre más buscado en Italia el último año. Poco sabemos de éste lado del planeta de éste personaje. Hace unos cuatro meses revolucionó toda Australia al entregarse a las autoridades luego de que medio mundo lo había visto muerto en televisión en su casa en Sicilia. Se había decidido a colaborar y así limpiar su nombre. Dio nombres, eventos, crímenes; asesinatos y asesinos, narcotraficantes y pandillas de extorción; ladrones y lideres. Contó a los fiscales sobre sus asociados en Italia, los nombres de cada hombre involucrados, sus abogados y contadores y aquí estaba, esperando para regresar a su casa en algún lugar del planeta con lo que le quedaba de familia luego de su confesión y aquí estaba yo para inmortalizar su historia.

Escucho una sirena que me sobresalta, un hombre de seguridad ocho veces más grande que yo abre la puerta interna y Massimo Torricelli en todo su esplendor camina hacia mí. Me quedo de piedra en la silla porque es más fascinante en vivo que en pantalla y tengo que abofetearme yo sola mentalmente para reaccionar.

Este hombre de 30 años está completamente en forma. No lleva uniforme de reo, sino un par de jeans oscuros, una camisa ajustada y zapatos deportivos. Tiene algunos cabellos blancos que se asoman en su melena negro azabache pero en vez de hacerle perder fascinación se la redobla.

-Buonasera.- su voz es gruesa, juvenil y segura. Me levanto porque necesito moverme y le tiendo la mano la cual aprieta educadamente.

-Grace Vertel. Encantada señor, Torricelli espero sea un día especial para usted como lo es para mi.- él me sonríen de manera imperceptible, pidiendo que me siente con un movimiento de su mano y lo hago automáticamente. Hombre que le gusta ir al grano. Hago una nota mental de que debo escribirlo en el artículo. Enciendo la grabadora. -Para estar en prisión preventiva se ve usted muy bien físicamente hablando.- intento romper la tensión y que sea en vez de una entrevista una charla entre conocidos. Él se sienta mejor, cruzando las largas piernas a un lado de la mesa.

365 días de vida.Where stories live. Discover now