infectIVO | OT2020

6. Mensaje desconocido

Una semana pasaba desde la tragedia de Rafael Romera. Las cosas no estaban volviendo a la normalidad y probablemente nunca lo harían, pero se podía decir que con el transcurso de los días todo comenzó a tornarse más estable. Habían vuelto las charlas de las cenas en lugar de los silencios incómodos y llenos de incertidumbre. Algunos comenzaban a mostrarse más entusiasmados al recibir cartas de sus familiares. Eva ya no lloraba tanto como antes, Samantha dejó de ver el cuerpo de Rafa cada vez que cerraba los ojos. Incluso, tuvieron una cena donde hablaron de algunas anécdotas que les había dejado Rafa. Como cuando metió el jersey de Eva a la lavadora y se encogió hasta parecer una prenda para bebé. De a poco, Rafa fue dejando un lindo recuerdo.

Las únicas excepciones fueron Jesús y Eli. Ambos no se podían cruzar sin terminar en un enfrentamiento. Jesús no dejaba de culpar a la de rastas por lo ocurrido, sin duda, no tenía intención alguna de superar la muerte de su primo. Con suerte, el rubio salía de su habitación y cuando lo hacía, no se relacionaba con nadie. Ninguno de sus compañeros lo forzó a nada, ni siquiera Nía. Sabían que todos llevaban el duelo de manera diferente. Por otro lado, Eli había empeorado su comportamiento desde la muerte de Rafa. Cualquiera que le dirigiese la palabra terminaba en una montaña rusa de insultos o estampado contra la pared.

Eran la 3:33am de aquel martes por la noche, aunque prácticamente ya era miércoles. Ana Julieta se encontraba dando vuelta en su cama en la más completa oscuridad. Maialen se encontraba durmiendo profundamente en la cama de al lado.

En el momento que se resignó a dormir, su teléfono sonó, anunciando un nuevo mensaje.

3:33am. Desconocido: "¿Sabes dónde estás parada, Ana Julieta?"

La camarera leyó aquel mensaje con la confusión presente en su rostro. Su respuesta no se hizo esperar.

3:33am. Ana Julieta: "¿Quién eres?"

3:34am. Desconocido: "No lo sé, dímelo tú. ¿Sabes reconocer al enemigo cuando lo ves?"

3:34am. Ana Julieta: "No estoy para bromas ahora"

3:34am. Ana Julieta: "Gilipollas."

Sin más, bloqueó la pantalla del móvil, dispuesta a volver a intentar dormir, pero en ese momento, el aparato vibró nuevamente. Completamente harta y con todas las intenciones de insultar al desconocido, volvió a tomar el móvil, pero esta vez su rostro se suavizó y una sonrisa apareció en él.

3:35am. Sam<3 : "holi, te he visto conectada. insomnio? :p"

3:35am. Ana Julieta: "Al parecer no soy la única..."

3:35am. Sam<3 : "¿qué te preocupa, ana julieta? D:"

3:36am. Ana Julieta: "Todo. ¿A ti?"

3:36am. Sam<3: "sinceramente? estaba pensando en ti"

El corazón de Ana Julieta dio un vuelco ante eso. Se quedó bloqueada, con sus emociones a mil. Escribió. Borró. Escribió. Borró. ¿Qué se respondía a eso?

3:38am. Sam<3: "te espero en la piscina en 5 minutos"

3:38am. Sam<3: "no te olvides tu traje de baño!! xd"

Sin pensárselo dos veces, Ana Julieta saltó de su cama. Era una idea alocada, pero no le importaba. En menos de dos minutos se encontraba cambiada y salía al pasillo. Bajó hacia la piscina con sigilo, sintiendo en su nuca la sensación de ser observada. Pero cada vez que se volteaba para comprobarlo, no había nada, ni nadie.

Al llegar a la piscina, todo se encontraba oscuro. Tan oscuro que apenas se podía distinguir dónde se encontraba el suelo y donde el agua. Había un silencio desierto que penetraba en los tímpanos de Ana Julieta como la nada misma.