infectIVO | OT2020

10. Los horrores de Villa Triunfo

| CAPÍTULO CLAVE | 

Hace aproximadamente ocho años ocurrió uno de los casos más horripilantes y macabros de la historia de España.

Todo comenzó en el otoño del 2005, más específicamente en un pueblo ubicado al norte del país. Este pequeño condado se llamaba Villa Triunfo. No era un lugar muy grande, tampoco muy turístico. Lo que sí favorecía era su abundante vegetación. Dentro de este pueblo, había un hombre. Un hombre amable y gentil. Su nombre era Manu Guix. Este señor era dueño de los Hoteles Guix, tenía su propia caridad y todo el mundo lo conocía por ser una gran persona.

Una noche como cualquiera, Manuel Guix fue asesinado. Un disparo fue lo que bastó para acabar con él. Por supuesto que este caso conmovió a todo el pueblo. ¿Quién mataría a un hombre tan puro? Pero lo peor llegó unas horas después de la muerte de Guix. Él fue la primera víctima dentro de las decenas de muertes que hubo esa misma semana. Fue el desencadenante perfecto a una matanza en aquel pequeño pueblo. Había un asesino suelto que estaba acabando con todo el condado. La gente comenzó a dejar de salir a la calle, algunos comenzaron a marcharse asustados de allí.

Un equipo de rescate desconocido decidió intervenir para refugiar a personas del pueblo. Así es como dieciséis jóvenes acabaron en un campamento de resistencia en medio del bosque. Aquella organización les ofreció hospedaje, comida y protección gratis hasta que el horror se disipara en su pueblo, y ante la desesperación, los dieciséis aceptaron quedarse.

No había nada especial en aquel campamento de refugiados. Era un área protegida y delimitada por un alambrado, que se encontraba en medio del bosque. Había una gran casona de dos pisos donde tenían cocina, entrenamiento, entre otras cosas. Detrás de la casona había una pequeña iglesia. Para terminar, había diez cabañas, once contando la cabaña de su única coordinadora y comandante. Miriam Rodríguez era su nombre. Aquella mujer era su único nexo con la gente que los había refugiado en el campamento. No sabían nada más de las personas que los habían metido allí, tan solo esa mujer rubia. La comandante era completamente intimidante.

El verdadero horror comenzó cuando Alfonso La Cruz, uno de los refugiados, intentó escapar de allí y apareció gravemente herido con un destornillador clavado en su estómago, que según la comandante había sido clavado por él mismo. Un par de días después, Alfonso apareció muerto, enganchado al alambrado. La comandante les dijo que había muerto desangrado de su herida al intentar escapar nuevamente.

Aquella tan sólo fue la primera muerte. Luego de ella, Noelia Franco murió enterrada viva en la tumba que se suponía que era de Alfonso, pero claro, aquello nadie lo supo. La muerte de Noelia fue encubierta con una carta de despedida que afirmaba que se marchaba del campamento para buscar a su familia.

Lo cierto es que había un misterioso asesino entre ellos y estaba acabando uno por uno con los dieciséis. No se sabía mucho de él. Vestía completamente de negro y atacaba por las noches.

Famous Oberogo fue el primero que comenzó a sospechar de aquello. Luego, también lo hizo Joan Garrido. Sin embargo, todo su esfuerzo fue completamente en vano. Famous fue asesinado tiempo después y lo hicieron ver por un auténtico suicidio. Nadie se cuestionó nada. Ante esto, Joan no se rindió e intentó buscar una alianza para descubrir al asesino. Se unió a Dave Zulueta, un muchacho despechado que había perdido a sus dos mejores amigos. Otra vez, Dave murió luego de haber sido envenenado por un pastel de cumpleaños. Por supuesto, el campamento lo encubrió diciendo que era una intoxicación.

Luego de estos hechos, todo comenzó a torcerse. Joan enloqueció al enterarse de la muerte de Dave e intentó matar a Marta Sango, afirmando que ella era la asesina. Aquello terminó en tragedia, dos compañeros heridos y un Joan expulsado. También, una nueva comandante se sumó a Miriam para ayudar en el manejo del campamento. Su nombre era Mimi Doblas. Al contrario, de la primera, Mimi era relajada y agradable. O eso mostraba al resto.