𖣔❫ཱི𝐘𝐨𝐤𝐨 ──[Kιmᥱtsᥙ ᥒo Yᥲιbᥲ]

Ｌａ ｍｉｓｉｏ́ｎ ｄｅ Ｔｅｎｇｅｎ

Habían pasado cuatro meses desde el casi asesinato de aquella luna superior, mientras los chicos entrenaban arduamente ella practicaba con su espada, Yoko al fin se había recuperado al cien por ciento de sus heridas, acabado sus entrenamientos de recuperación y comenzado a practicar sus respiraciones avanzadas con Kasuki, el le había enseñado más cosas de las que ya sabía, y había ayudado a modificar un par de posturas que ella ya conocía, aprendiendo a cauterizar sus heridas con su segunda cola, y a matar de forma pasiva con la séptima postura modificada, esta la había aprendido luego de un pequeño encuentro con un niño demonio fuera de la sede al que tuvo que asesinar de una forma brutal a pesar de él haberse dejado cortar por la hoja de la chica y recibirla con gozo.

-Yoko-nee-chan- le llamó Kanao por novena vez en la semana, y Yoko de nuevo la ignoró, desde que Kanao había intentado matar a Nezuko... Yoko no le dirigía la palabra, ni la mirada, se había vuelto una desconocida al decir que ella no sería amiga de alguien que protegía a los demonios -Yoko-

Le siguió llamando insistentemente, cosa que logró molestar a la albina al punto de utilizar una de sus respiraciones y accidentalmente cortar el antebrazo de Kasuki, cosa que le aterró.

-¡T-Tío, lo siento no fue mi intensión!- dijo algo asustada, viendo como aquella herida se curaba lentamente, cosa que le alivió, apenas -¡¿Ves lo que me haces hacer?! ¡Tú...! ¡T-Tú... Tonta!-

Esa palabra no le hizo daño a Kanao, pero le dio a entender que Yoko aún no quería hablarle, solo bajo un poco la cabeza con su típica sonrisa vacía y se fue, dejando a Kasuki y a su Tsuguko en aquel lugar a solas.

-Ey, Ey, Yoko ¿Qué pasa? ¿Por qué llamas tonta a Kanao?- pregunto su tío mientras tomaba asiento en uno de los bancos junto al campo de entrenamiento, cosa que Yoko imitó pero de manera menos tranquila, cruzando sus brazos.

-Me dijo que no iba a seguir siendo mi amiga porque defendí a Nezuko-Chan... y ahora si quiere ser mi amiga porque supere su rango, es eso, una tonta- dijo molesta, era muy infantil, realmente no entendía por que Kanao no podía aceptar que Nezuko era mejor de lo que parecía, Tanjiro también era muy agradable y ella llevaba tiempo alejándolo, solo los vio hablar una vez... bueno... si hablar era que Tanjiro le hiciera preguntas y ella solo respondiera "Adiós" como diciéndole que le molestaba su presencia.

-Quizá Kanao solo seguía órdenes ¿Recuerdas cuando eran más pequeñas? Ella no jugaba contigo a menos que Kanae le dijera que lo hiciera- dijo recordando aquella vez que se conocieron y más miles de veces después.

-Bueno... tienes razón pero...- Yoko fue callada por la mano de su tío sobre su cabeza.

-Si Kanao te hizo sentir molesta... ¿Por qué no le explicas la razón de tu enojo? Quizá así resuelvan sus problemas- aconsejó la luna mientras limpiaba su espada como luego de cada entrenamiento, mirando a su pequeña Tsuguko recuperando de a poco la sonrisa de antes.

-¡Si, voy a hacer eso!- dijo ella mientras se levantaba y abrazaba a su tío como lo solía hacer, besando su mejilla de forma dulce -¡Eres el mejor, tío Kasuki!-

Ella se fue corriendo a buscar a Kanao, dejando al hombre sentado en aquel lugar solo y pensando en que haría luego, la reunión de los pilares era en una semana y tendría que dar información ese día, no sabía cómo o con quién debería hablar antes, pero le causaba nervios encontrarse en la misma sala que Shinobu sin quien le pudiera defender de la Pilar ya que si Oyakata-Sama se iba y ella lo mataba fácilmente podría decir "Oh, patrón, el demonio me atacó y tuve que usar mi espada, no ha sido mi intensión" o algo así.

Yoko salió del patio trasero de la finca en busca de Kanao, encontrando una escena extraña afuera, el Pilar del sonido parado en medio del patio con las pequeña Naho sobre su mano, Teniendo a Aoi en su hombro.