La villa del herrero

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Yoko estaba aburrida, había acabado su entrenamiento diario de rehabilitación, ya necesitaba una misión, algo, pero ni había nada que hacer. Ella decidió pasar a la biblioteca a la que el patrón le había dado permiso para utilizar, al ingresar en esta no había nada más que Soledad, se paseó por los pasillos tranquilamente y tomó un par de libros interesantes.

El secreto de la respiración del viento, el secreto de la respiración de las llamas, el legado de la respiración Ninetails, ese lo había escrito su bisabuelo adoptivo, el abuelo de Kasuki, pasado también al padre de Kasuki y a él, pronto estaría en manos de Yoko así que aprovecharía el tiempo libre para leer.

"La respiración Ninetails está compuesta por nueve posturas creadas originalmente por Kono Sunazuka, el primer usuario de esta respiración original utilizada solo por los herederos de la sangre y apellido Sunazuka"

Yoko dejó de leer para preguntarse ¿Y yo qué? Ella no tenía la sangre de un Sunazuka y sin embargo Kasuki le enseñó la respiración, quizá por su valentía y su habilidad... ya que más de una vez se enfrentó a animales en la finca y defendió a sus primos por más desagradables que fueran, incluso una vez mató una serpiente con una Roca cuando en el campo de arroz intentó picar a su prima mayor.

"Respiraciones modificadas"
"Las respiraciones modificadas de la respiración del zorro caben desde un ataque intenso hasta uno pasivo o de regeneración. Todos vinimos al mundo para hacer algo, los usuarios de la respiración, del aliento Ninetails, los usuarios que alguna vez la han utilizado siempre añaden nuevas modificaciones"

Las imágenes, los dibujos eran explícitos, Yoko observo todas las modificaciones de la respiración con asombro, la única que no había sido modificada era la última y la quinta, esto se debía a lo complejo de ambas... ella se puso una meta, modificarla, volverlos movimientos aún más fuertes de lo que eran, cerró el libro con desicion y lo devolvió al estante.

-Yoko-Chan- escuchó la voz de Kanata, cosa que la hizo voltear -Vaya a la finca mariposa, tenemos algo esperándola, por mandato de Oyakata-Sama se le solicita su presencia-

Fue lo único que dijo y dejó en manos de la Sato Sunazuka un papel.

"Querida Yoko. Lamento no poder hablar contigo hoy, tengo unos planes, te pido acompañes a Kamado Tanjiro a un lugar que creo va a interesarte. Al llegar por favor pregunta por Tenshi-San... ellos sabrán quien es"


Cuando caminó fuera decidió ir a ver que pasaba con el Kamado, llevaba unos días sin visitarlo y comenzaba a preocuparse un poco, muy poquito, o quizá demasiado, pasó a su habitación, busco su espada y haori para poder salir, llevando de la cocina unas bolas de arroz que tenía guardadas para su almuerzo, pero prefería compartirlas con el Tanjiro en ese viaje.

-Ey, Kamado-Kun- le llamó al verlo fuera de la finca con una Kakushi, quien al verla tembló -Oh, buen día señorita ¿Van a algún lado?-

-Voy a un lugar, la villa del herrero, Haganezuka-San no me hará una espada nueva- dijo algo avergonzado, Yoko infló sus mejillas de inmediato y piso fuerte el suelo, hinchando el pecho en gesto de poder o queriendo verse más fuerte y demandante.

-Iré contigo, por mandato de Oyakata-Sama seré quien te resguarde hasta que consigas una espada- sus palabras aterraron a la Kakushi más de lo que pretendía, haciéndola saltar de su lugar, Yoko le asustaba al ser la Tsuguko de un Pilar, y no cualquiera, hablamos del Pilar demonio Zorro.

𖣔❫ཱི𝐘𝐨𝐤𝐨  ──[Kιmᥱtsᥙ ᥒo Yᥲιbᥲ]Onde histórias criam vida. Descubra agora