Los demonios personalidad

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—¡Algo salió Kotetsu, K-KO-Kotetsu-kun! ¡¿Que es eso?!— por alguna razón ambos estaban agitados. Yoko solo miro la espada, se acercó y la tomó entre sus manos, extrayendola del muñeco.

—El mango está deshecho...pero quizá esté...— Los gritos le interrumpieron, no quiso abrirla y robarle la alegría a Tanjiro así que se la entrego en cuanto se acercó.

—¡Tanjiro-San puedes quedatela! ¡Por favor tómala!— ambos estaban gritando como locos y danzando como si fuera un tesoro de oro y diamante, Yoko la observo, quizá esa era la legendaria arma de la que les habló Mitsuri.

—¡¿Debería sacarla?!— preguntó el Kamado que ahora tenía la espada entre manos.

—¡Si, quiero verla!— grito Kotetsu.

—Veamos ya, me comen los nervios— lo sacudió Yoko para que se apurara, más al abrirla la decepción fue enorme, estaba oxidada.

—Bueno... han pasado trescientos años desde que alguien puso sus manos en ella ni sabían siquiera que estaba ahí— dijo Yoko mientras veía la oscurecida hoja de la espada.

—Perdón por ilusionarlos— dijo Kotetsu mientras mecía sus pies de delante hacia atrás con vergüenza.

—¡Esta bien! No te preocupes— Tanjiro les miro y lagrimas escurrían de sus ojos, había una pequeña relación entre Tanjiro y Yoko y esta le hacía sentir a la albina todo lo que Tanjiro, si Tanjiro lloraba y ella lo veía pues lloraría con él.

—K-Kamado-Kun ¡No llores! ¡Seguro tiene solución por favor no llores!— los ojos de la albina se fundieron de lágrimas al ver a su amigo llorar y este al verla a punto de llorar comenzó a llorar más, ambos se hicieron un desastre de tristeza que confundió al pequeño Kotetsu.

—¡Y-Yoko-San, Tan-Tanjiro-San! ¡L-Lo siento mucho!— pidió disculpas el joven, más el momento de llanto se les pasó cuando un ruido extraño se acercó.

—¿Uh?— Yoko miro en aquella dirección mientras limpiaba su rostro levemente, avergonzada con Kotetsu y Tanjiro al haber llorado.

Era Haganezuka, impropiamente de aquel hombre Delgado su cuerpo estaba estallado de músculos y fuerza, cosa que hizo pensar a Yoko que realmente no era su forjador.

—Ha-Haganezuka-Sama— dijo mientras las lágrimas se deslizaban aún por sus mejillas, fue vista por Hotaru quien palmeo su cabeza, ver a Yoko llorar era adorable, todos sus rasgos eran realmente tiernos cuando se ponía sentimental.

—Oí todo... dejenmelo a mi—

Los ojos de Yoko estaban fijos en el frente mientras caminaba, se le había hecho tarde para volver luego de ir a ver a Genya, como sabía lo que sentía por Tanjiro le pidió se quedara con Nezuko, que ella se encargaría de ir a verlo y saber como es...

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Los ojos de Yoko estaban fijos en el frente mientras caminaba, se le había hecho tarde para volver luego de ir a ver a Genya, como sabía lo que sentía por Tanjiro le pidió se quedara con Nezuko, que ella se encargaría de ir a verlo y saber como estaba... al menos esta vez no había insistido en besarla.

𖣔❫ཱི𝐘𝐨𝐤𝐨  ──[Kιmᥱtsᥙ ᥒo Yᥲιbᥲ]Where stories live. Discover now