El muñeco de combate

2.3K 268 18
                                    

Yoko y Tanjiro hace pocos minutos habían topado su camino con cierto pelinegro de ojos menta, hubo una pequeña discusión sobre el trato de Muichiro a un pequeño niño llamado Kotetsu... y digamos que le dieron un mal golpe al Kamado y ahora estaba inconsciente... y Yoko molesta.

Una bofetada fue lo que dio a Muichiro, apuntandolo con su dedo con todo el odio, gruñendo entre dientes.

—Tú... eres un pedazo de grosero, uno no golpea a niños solo porque quiere una llave, actúas como mocoso haciendo berrinches... y no se le pega a alguien solo porque se puso en tu camino, así que disculpate con ese niño ahora— exigió Yoko, quien era mirada por Muichiro con algo de seriedad.

—No quiero, no puedes obligarme— fue lo único que dijo.

—¿Ah no...? Haré que quieras— cuando fue a acercarse a Muichiro el pequeño niño los separó, extendiendo sus brazos hacia ambos.

—Esperen ¡Por favor no peleen! Toma... s-solo se cuidadoso— le dio un cubo extraño a Muichiro quien solo lo vio, lo guardo y se fue.

—Soy Yoko— Le dijo al pequeño pelinegro.

—Kotetsu, un gusto— hizo una pequeña reverencia —Ese chico... ¿Tokitou dijiste? ¿Lo conoces?—

—Es el Pilar de la niebla, el más joven de todos, lo conocí cuando llego a la sede, mi tío es un buen amigo suyo... aunque no es muy conversador y pues...—

—Es un grosero— dijeron Kotetsu y ella a la vez. Ambos se quedaron a esperar a que Kamado despertara, lo cual no tardó mucho, se levantó como un Rayo, inflando sus mejillas.

—¡Kamado-Kun! No debes levantarte tan rápido, te pueden dar mareos y Dolores de cabeza por eso— le regaño mamá Yoko como siempre.

—¿Estaba Haganezuka-San ahí?— pregunto, Yoko miro alrededor y negó, no creyó haberlo visto.

—No, no lo estaba— dijo el niño mientras rascaba su nuca y se mecia, era pésimo ocultando la verdad.

—Entonces tal vez solo fue mi imaginación... ¿Y el Pilar?— pregunto Tanjiro.

—Él le dio un cubo y se fue— le respondió Yoko.

—Llave, es una llave de cerradura especial comentó Kotetsu.

—Oh... se lo diste, supongo que no tenías opción... no conozco muy bien la situación así que no estoy en posición de quejarme— murmuró Tanjiro.

—Estamos— le corrigió Yoko.

—¡Ah, no! Yo estoy realmente feliz, defendieron a un completo extraño como yo... ¡Muchas gracias!— hizo una humilde reverencia ante ambos, Yoko no pudo evitar palear su cabeza suavemente para que no se preocupara.

—No, ni pude ayudarte en nada— dijo Tanjiro al niño, quien lo miró.

—¿Y para que era esa llave?— preguntó Yoko mientras veía al chico quien le devolvió la mirada a ella, observando sus ojos un segundo, quedando en blanco, no podía evitar mirarlos, eran tan diferentes que tenía que tomarse un segundo para analizar uno y luego el siguiente.

—Para una muñeca mecánica— respindio el jovencito.

—¿Una muñeca mecánica?— preguntó Tanjiro haciendo que el niño comenzara una explicación.

—Si, mis ancestros la hicieron y tiene ciento ocho movimientos diferentes— esas sencillas palabras hicieron que tanto Yoko como Tanjiro exclamaran con asombro y emoción —Su poder sobrepasa el de los humanos, así que lo usan como muñeco de entrenamiento—

𖣔❫ཱི𝐘𝐨𝐤𝐨  ──[Kιmᥱtsᥙ ᥒo Yᥲιbᥲ]Where stories live. Discover now