17

588 52 5
                                    


| Capítulo 17 |

Incomprensible

Kaia

Después de ese día que estuve en el parque con Taylor lo pienso con más frecuencia, mi mente no deja de pensarle ni un segundo.

Ese día me encantó, puedo jurar que nunca me había sentido tan feliz y tan viva junto a él. Quisiera volver a repetirlo porque me quedé con todas las ganas de seguir en el lugar con él.

Creo que hoy Taylor puede venir a casa y pasársela conmigo, ya que mamá no estará en todo el día.

Mientras mamá se prepara para irse a casa de mi tía Martha como algunos sábados que ella decide visitarle, yo la ayudo a empacar algunas cosas que le llevaría a mi tía, mamá me dice que posiblemente vendría el lunes porque tía Martha se encuentra un poco grave de salud, ¿y qué mejor que eso? ¡Taylor se quedará conmigo todos estos días!

Terminamos de empacar y mamá se va. Me dice que me comporte bien y que papá llegaría en la noche —como siempre— y que hay suficiente comida preparada en la nevera. Se despide de mí con un abrazo y un beso.

Ya sola en casa, me limito a enviarle un mensaje de WhatsApp a Taylor, diciéndole que venga a mi casa de inmediato. Espero que no se tome mi urgencia tan personal.

Taylor:

"Voy en seguida"

Su mensaje no se hace esperar.

Estoy emocionadísima porque estaré sola con él y podré disfrutar mucho de su compañía.

Wao, ¿si me estoy escuchando?

Me limito a entrar al Instagram para ver algunas publicaciones pendientes, me doy cuenta de que he olvidado por completo el concierto de CNCO y que falta solo un mes y tres días para ello. No he ahorrado nada y dudo que en un mes pueda hacerlo.

—Mierda, debo comprar esas boletas—, musito en voz alta, preocupada.

En ese momento Taylor viene subiendo las escaleras. Una vez arriba, no se molesta en saludar.

—¿De qué boletas hablas? —es lo que se limita a decir, curioso.

Estoy segura de que mis ojos se han iluminado al verlo, tenía muchas ganas de tenerlo frente a mí porque el día del parque no quería irme de su lado, quería quedarme con él unas cuantas horas más.

—No es nada—, miento con un tono agradable, mientras tomo una pausa para volver a hablar—. Qué bueno que has decidido venir.

Taylor se dirige hacia mí y se sienta en un lado del colchón, quedando frente a mí. Luce bien, lleva puesto unos jeans y una camisa manga corta de color blanco, (mi color favorito) y su pelo rubio despeinado que le da un toque violento a su personalidad machista.

—Justo en el momento en que me mensajeaste pensaba en ti.

—Eso es... —pero no termino de hablar porque él me interrumpe.

—Reconfortante para mí.

No es eso lo que iba a decir, pero no digo nada respecto a ello. Definitivamente, es imposible que él no diga algo que me deje pensando.

—¿Lo es?

—Sí —confirma, sin apartar la mirada.

Taylor me da motivos para tocar el tema que tanto me intriga conversar, porque él nunca habla a fondo sobre todo lo que menciona, solo me deja con miles de dudas en mi cabeza que ahora están acumuladas.

—Ahora que recuerdo, ¿qué es eso de no querer hacerme daño? —Le pregunto con amabilidad.

Él baja la cabeza, pero al momento la vuelve a levantar y se ve algo vulnerable ante el tema, pero todo esto es confuso para mí, porque no entiendo nada y no le he dicho que viniera para que hablemos de esto ni mucho menos para que él se sintiera incómodo, pero venga ya, tengo que saber.

—¿Es necesario hablar sobre eso ahora? —pregunta.

Asiento de inmediato.

Me mira con tristeza reflejada en sus párpados, y es que la verdad no sé cómo puede cambiar de ánimos en fracciones de segundo, porque él había llegado bien, pero todo eso se ha esfumado y ahora está todo vulnerable. Esto de alguna manera me duele y arde en lo más profundo de mi corazón, no es fácil para mí verlo así.

—¿Sabes? Hay ciertas cosas que las personas no pueden decir con palabras porque les resulta difícil, pero tampoco hay otra manera para hacerlo, porque exactamente solo se necesita eso, palabras... y de eso en este momento estoy escaso. He hecho mucho daño como cualquier otra persona o tal vez como nadie, quién sabe... quizá por ello, mi momento de pagar ha de llegar pronto. Y eso es todo lo puedo decir.

Con eso último, entiendo que no puedo volver a mencionar nada referente al tema. Le entiendo perfectamente, decir estas cosas no resultaría sencillo ni cómodo para nadie. Pero lo que me da mucha intriga es por qué dice que el momento de pagar por el daño que ha hecho no tarda en llegar, porque ciertamente todos alguna vez hemos sido dañados como también hemos hecho daño, pero... ¿Qué daño tan malo ha hecho para que hable así?, eso es lo que no entiendo y me obliga a querer preguntar más, pero no quiero que se sienta incómodo por ser tan preguntona.

Tal vez eso tenga que ver con lo que dijo en el parque, que no quería hacerme daño.

Pero bien sé, que no puedo preguntar nada ahora y tengo que esperar pacientemente hasta que él quiera ser sincero conmigo y me diga lo real.

—Te entiendo perfectamente Taylor, pero sea lo que sea que estés atravesando, quiero que sepas que tienes a una persona que te brinda todo su apoyo y su amor desde el primer día que te conoció— musito, cautelosa—, no dudes en buscarme cuando sientas hablar o tan siquiera compartir tu silencio con alguien, porque yo estaré aquí para ti, siempre estaré junto a ti aun si mis padres lo llegan a saber y me lo impiden, estaré contigo no importando las circunstancias, ¿me escuchaste? —Él asiente y lo beso apasionadamente, separándome de él en unos instantes— Te quiero.

Final Inesperado © [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora