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| Capítulo 19 |

¿Quién es ella?

Subimos a mi habitación porque las horas avanzan y papá estaba a nada de llegar, Taylor se comió lo que le preparé y estuvo a gusto con ello. Estamos sentados en la cama y Taylor está recostado del espaldar de esta y yo estoy frente a él.

Taylor me mira con mucha fatiga y concentración, me mira fijamente a mis ojos de color azul igual que los de él, y por primera vez, siento que, después de todo, sus ojos son muy parecidos a los míos.

—¿Por qué me ves así? —pregunto.

Pero Taylor no responde de inmediato porque sigue observando mis ojos. Luego de unos segundos, responde:

—Es solo que... —hace una pausa, como si fuera a decir algo que no debe— nada, me quedé pensando en algo—puntualiza, llevando su mirando hacia otro lugar.

Lo miro con extrañeza y duda.

Me paro de la cama y voy en dirección a la mesita de noche para guardar en la gaveta algunos papeles que hay afuera.

—¿Qué pasa contigo y Lans? —pregunto, y no sé de dónde proviene, pero me interesa.

—¿Ah?

—Que qué pasa contigo y tu hermano— repito nuevamente.

Silencio.

—No nos llevamos bien. Cosas normales entre hermanos.

—Pero ¿por qué? Deberían llevarse bien —inquiero, curiosa.

Taylor se relaja en la cama.

—Deberíamos, pero no lo hacemos— pronuncia indiferente.

Frunzo el ceño.

—Tal vez eso es algo que no lograré entender nunca— admito, con un poco de amargura en mis palabras.

Taylor se mueve de la posición que estaba y se sienta a orilla de la cama, mirándome con detenimiento.

—¿Sabes? —espeta, echándose su cabello rubio para atrás con la mano derecha—, no te juzgo por querer tener un hermano, porque yo también deseo y quiero con todas las fuerzas de mi corazón tener a mi hermana conmigo, pero hay veces que es mejor ser hijo único.

Me quedo meditando esas palabras: ¿tener a su hermosa con él? ¿O sea que sí tiene una hermana? ¿Por qué no me lo había dicho?

De todas formas, no pregunto por ello, creo que si no lo ha dicho antes, es mejor no preguntar ni mezclar el tema.

—Tienes razón— digo, restándole importancia a todo lo demás.

Él solo asiente y no dice nada, así que hago lo mismo.

Pasan una cuantas horas y papá ya ha llegado, le dije a Taylor que me esperara unos minutos mientras cenaba abajo con papá.

—¿Todo bien en casa, sin mamá? —pregunta, dándole un sorbo a la sopa que he hecho—. ¿La estás extrañando?

«Claro que no la estoy extrañando»

Final Inesperado © [✓]Where stories live. Discover now