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- Jackson, ¿todo está listo? - NamJoon venía saliendo del cuarto de ducha, tenía una toalla enrollada en su cadera, su hermosa piel Canela estaba a la vista del contrario.

Quien torpemente asintió, puesto que no quedaba sus ojos del cuerpo bien trabajado de su mayor.

- ¿Vas a dejar de mirarme?, además límpiate la baba - Le volvió a hablar, soltando una risilla de burla.

- Yo... ¿Nos iremos ya? - No le quedó de otra que desviar la mirada, a pesar de que ya lo habían atrapado.

- Te pillé niñato, no me vengas después con tus cuentos de que no me traes ganas - Kim se mofó mientras se acercaba al armario y sacaba un traje para ponerse. - Toma una ducha y arréglate, te ves demacrado. Nos iremos en 40 minutos y no quiero que piensen que te maltraté. -

Jackson pasó con sus mejillas completamente rojas junto al mayor, que sin pizca de remordimiento le soltó una fuerte nalgada.

- Mío, mío, mío y todito para mí -El chico se sobresaltó por el azote y es que no saber lo que pensaba  NamJoon eran una tortura, no saber que se avecinaba era tan excitante e imprevisto.

// Sala Del YoonMin //

- Hum... la ruta está bien, me parece buena estrategia. - YoonGi miraba una carpeta de color negro la cual contenía las propuestas de nuevas rutas y el balance para incrementar las ventas.

- Agust, amor, ¿por quién me tomas? - HwaSa quien se encontraba sentada en un sofá personal se levantó, dejando ver su despampanante figura mientras caminaba elegantemente hacia el contrarío.

- No soy la mejor en esto por nada, mi reputación es excelente y tú lo sabes. - Su mayor asintió mientras dejaba que la mujer tomara asiento sobre su regazo.

- Lo sé, recuerda quien fue quien te sacó de la otra mafia. -Min sonrió de lado mientras recibía caricias en su mejilla por parte de la chica y a su vez le sonreía.

- Deberíamos vernos más seguido. - Como respuesta Min asintió ante la sugerencia y dejó que la mujer se recostara sobre su pecho.

A JiMin le hervía la sangre de ver semejante situación, se sentía indignado, a consecuencia se le presentó altas ganas de ir y gritarle en la cara a su Hyung, quería golpear a la perra que estaba sobre el regazo de su hombre. ¿Alguna vez han escuchado sobre Rapunzel?, pues JiMin no tendría su cabello rubio y largo, además de mágico, pero sí tenía una sartén y quería estamparla en la cara de la desgraciada esa.

Pero no, JiMin no podía hacer eso, se alejó de la pequeña abertura que había en la puerta y se fue a devolver el utensilio a la cocina. Luego sin más solo le quedó dirigirse hacia su cuarto, con rabia y muchas ganas de llorar. Nada ayudaba, la impotencia, las palabras de YoonGi y el no poder hacer algo, era todo lo que hacía hundirlo más en un pozo sin fondo.

Vacío, solo y sin esperanza, JiMin estaba jodido y perdido.

Esa maldita entrometida se lo puede coger hoy, pero él, él va a hacer que Min YoonGi vuelva a caer a sus pies y no quiera a nadie más que no sea él.

- Él es mío perra. -JiMin ahogó sus gritos en la almohada mientras lloraba de impotencia.

- Serás mío Min YoonGi, solo mío. -

ESTOCOLMO © ANÁNKE #10 YOONMINOnde as histórias ganham vida. Descobre agora