Capítulo 52

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¿Por qué no le sorprendía?, se preguntó Camila. ¡Confinada en el palacio hasta después de la boda!

Su padre se había alterado muchísimo al descubrir por el informe de Lauren que ella había

estado en el salón cuando comenzaron los disparos. Camila no estuvo presente mientras Lauren

le relataba a su padre la violenta confrontación, pero Alejandro fue a verla más tarde a sus aposentos.

Después de darse cuenta del motivo del enfado de Alejandro, Camila intentó cargar con la culpa diciéndole:

—¿Es que mis órdenes no anulan las suyas? Le dije que iba a acompañarla. Las dos pensamos que estaría a salvo.

—Entiendo lo que pensasteis, pero Lauren sabe lo que tiene que hacer y, desde luego, tus órdenes no anulan las suyas. Sin embargo, esta desagradable situación con los Mahone ha quedado resuelta por fin. Es posible que no tenga que demostrar mano dura con esos jovenzuelos ahora que sabemos que los azuzaron para que se rebelaran, que no fue idea suya. Ha sido toda una sorpresa. Sabíamos que Ferrer estaba tramando algo, pero no de esta magnitud. Si Lauren no hubiera obtenido una confesión completa, tal vez nunca lo hubiéramos adivinado.

—Tienes que agradecérselo a Poppie —le recordó ella, con la esperanza de que Leonard obtuviera un perdón completo—. Fue él quien nos condujo hasta allí.

Alejandro sonrió por fin en ese momento.

—Soy consciente de lo que ha hecho tu Poppie. —Sin embargo, volvió a ponerse serio—. Pero tú, hija mía, no vas a salir del palacio hasta después de la boda. Por consiguiente, el compromiso se formalizará esta noche durante la cena.

Camila gimió.

—Padre, por favor, ¡no puedes enviarme a vivir con los sospechosos de haber intentado matarme!

—Todavía no lo sabemos. Si Austin se convierte en tu marido, tu seguridad estará garantizada.

—Pero sé que tiene que haber sido un Mahone. Nunca podré confiar en ellos. Viviré en un constante estado de pánico. ¿Eso es lo que quieres para mí?

—Quiero que estés protegida. De este modo nos aseguramos de que...

—¡Me han protegido desde que llegué! —lo interrumpió a la desesperada—. Tu capitana se ha

encargado de protegerme.

Su padre apretó los labios al escuchar el nombre de Lauren.

—Te veré esta noche. Ponte guapa.

Camila se echó a llorar en cuanto se quedó sola. Lauren había acertado. Como Alejandro sabía que habían mantenido relaciones íntimas, el rey seguía furioso con su capitana. De modo que aunque le dijera que estaba enamorada de Lauren, en ese momento no iba a cambiar nada.

Con el tiempo tal vez, pero ¡para entonces estaría casada con la persona equivocada!

Se arregló para la cena, pero tenía la sensación de que bien podía estar preparándose para un funeral. Lauren apareció para acompañarla. Ella tampoco parecía muy contenta, y seguramente habría recibido una buena reprimenda por haberla puesto en peligro, pero al menos no la habían despedido. Sin embargo, su cara resultó demasiado reveladora.

Lauren la obligó a levantaba barbilla.

—¿Le has dicho al rey que no quieres a Austin?

—Se niega a escucharme, y ahora también lo he alterado a él. Cree que es la única manera de asegurar mi protección. Por eso creo que tengo que irme... y no volver nunca. ¿Puedes hacerle llegar un mensaje a Poppie? Me sacará del país y me esconderá de nuevo.

Las reglas de la pasión - CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora