Capítulo 54

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¡Camila no terminaba de creerse que fuera el día de su boda! Era increíble lo rápido que pasaba el tiempo. Solo había visto a Lauren en una ocasión desde la maravillosa noche que


habían pasado juntas.

La víspera de la boda se celebró una cena tradicional a la que asistieron las familias de la novia de ojos verdad y de la novia de ojos café, de modo que no quedaran dudas de que ambas partes apoyaban la boda plenamente.

Fue la última oportunidad para que algún miembro de la familia expresara sus dudas con respecto


al enlace. Camila temía que Lauren dijera algo, pero no fue así. La única decepción que se llevó esa noche fue que Poppie no estaba presente como parte de su familia.

Sin embargo, en cuanto dispuso de un momento a solas con su padre le mencionó que Leonard y Henry deberían haber sido invitados. El rey no le dio una respuesta clara, pero su expresión había sido elocuente. Camila lo entendía. Tal vez su padre quisiera agradecerle a Poppie, en el caso de que se conocieran alguna vez, que la hubiera cuidado con tanta devoción, pero no creía que Alejandro pudiera perdonarlo por haberla mantenido apartada de su verdadera familia.

La madre de Lauren fue a sus aposentos la mañana de la boda para ayudarla a vestirse, acompañada por la reina. Las dos mujeres estaban delirantes de felicidad, aunque por motivos distintos. En el caso de Nikola, porque la responsabilidad de un futuro heredero del reino ya no era exclusivamente suya.

Dado que la otra novia, el rey y el padre de Lauren no estaban presentes, Ella se atrevió a decirle:

-Mike y yo comenzábamos a temer que Lauren no se casara. Ya pensábamos que su trabajo no le dejaría tiempo para una mujer y crear una familia propias, y que consideraba que su deber era mucho más importante que eso.

-En ese caso, no hemos podido encontrar una mejor solución -dijo Nikola.

-Exacto -convino Ella con una carcajada.

El trabajo y una esposa, ambas cosas aunadas en Camila. ¿Lauren también consideraba que era la solución perfecta?

Ojalá no se lo hubieran dicho, pensó Camila. Había ansiado la llegada de ese día feliz y ansiosa.

La noche pasada con Lauren despejó todas sus dudas. Después de esa noche, se había descubierto sonriendo sin motivo aparente... muchas veces. En ese momento, volvía a tener dudas, unas dudas que crecieron cuando el abuelo de Lauren pasó a verla llevando a Chris en brazos.

Clara cogió a su hijo en brazos y quiso saber qué pasaba. El niño se limitó a sonreír. Hendrik confesó:

-Los demás lo estaban durmiendo. Son demasiado serios. Se están tomando este trámite

ldemasiado en serio. Sabía que con las damas encontraríamos risas y buen humor.

Nikola se percató de la expresión preocupada de Camila y dijo:

-Por supuesto que son serios, ¡Alejandro está con ellos! Acaba de encontrar a su hija pero ya se la va a entregar a otra persona. Pasará un tiempo hasta que vuelva a sonreír.


¿Eso era todo? ¿O acaso Lauren tenía dudas?

Sin embargo, Hendrik volvió a hacerlas reír y ruborizó a las más jóvenes. Cuando llamaron a la


puerta para indicarles que había llegado el momento de marcharse al salón de recepciones, donde se celebraría la boda, Hendrik le preguntó si podía ser él quien la acompañara hasta su padre, con

Las reglas de la pasión - CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora