El 1%.

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Lexa Woods era una persona práctica, pero no aburrida. Había que insistir al principio un poco pero al final siempre era la misma conclusión: práctica, no aburrida.

"Pragmático es un término de origen griego "pragmatikus" y latín "pragmaticu", que significa ser "práctico".

Sonrió para si misma por su manía de buscar la etimología latina de todas las palabras. Pero, en definitiva, eso era ella: una persona pragmática en todo el esplendor de su palabra. Amaba tanto el latín como odiaba cuando se confundía su maravilloso don del pragmatismo con el aburrimiento. Porque ella no era una persona aburrida en absoluto. Su amiga y socia seguramente discreparía en aquellos conceptos, pero, sin duda alguna, no era pragmático estar en aquel pub un domingo cualquiera de Septiembre sosteniendo aquella copa en su mano. Y por supuesto no era de ser una aburrida que esa misma copa fuera la segunda de la noche, sobre todo cuando al día siguiente tenía la vista preliminar de su nuevo cliente, vista preliminar donde se decidiría si aquel procedimiento los llevaría a juicio. No tenía ningún problema en acompañarla en sus desvaríos hormonales a lo largo y ancho de la noche de San Francisco, a ella también le venía bien desconectar de la presión asfixiante del bufete. Pero no justo esa noche. Decididamente no era una persona aburrida, era una persona pragmática.

Perdida en sus pensamientos miró de nuevo su reloj de pulsera suspirando, las manecillas marcaban las 00:12 de la madrugada. Apoyó la espalda en la barra de aquel antro e intentó visualizar a su amiga entre la multitud que, a pesar de ser domingo, se agolpaba en la pista de baile. Cuando estaba a punto de darse por vencida la vió acercarse con una enorme sonrisa en los labios, intentando esquivar a la gente que bailaba alrededor suya. Llegó a su altura e imitó su postura mirando hacia la zona que había dejado atrás.

- Te ha vuelto a rechazar, ¿verdad? - preguntó sin mirarla.

- Sabes tan bien como yo que sí dejó caer en el Atrium que estaría por aquí esta noche es que esta vez si que si.

Lexa contuvo la risa ante la inverosímil esperanza de su amiga. Cuatro años escuchándola hablar de aquella mujer eran más que suficientes para que su amiga hubiera llegado a la conclusión de que quizás si que no tuviera nada que hacer con ella. Y si no, ella ya se encargaba de repetírselo en noches como aquella.

- Sabes que no tienes nada que hacer con ella.

- Y sabes que no hay esperanzas perdidas sino soñadores insuficientes - Lexa rompió a reír.

- ¿Es de tu Manual para ligues?

- De mi infalible e irresistible Manual para ligues, querrás decir. De hecho - volvió a escuchar la risa de su amiga y esta vez se giró hacia ella apuntándola con el dedo - ¿desde cuándo me conoces? Soy tu mejor amiga desde el instituto y tu socia en el bufete, así que quitando años arriba y abajo, podríamos decir que contamos con un 99 % de infabilidad desde la Universidad.

- ¿Y Octavia es el 1 %? - se aventuró escéptica.

- Exactamente. A grosso modo, si - se giró para pedir otra copa a la vez que Lexa negaba enérgicamente con la cabeza - La excepción que cumple la regla.

- ¿Toda esta parafernalia es para decirme "si, Lex, me ha vuelto a rechazar"?

- Todo esto es para que al final de la noche valores la gran infabilidad del método Echo. Pero si me lo preguntas, aún no la he visto - le quitó la copa que Lexa apuraba en la mano y le cedió la nueva, ignorando como su amiga entornaba los ojos - Por nosotras, por mi método y por Infinitum.

La morena la miró sin levantar la copa ante aquel improvisado brindis, Echose mordía el labio aguantando una sonrisa de victoria. Sabía que cedería.

Quid pro quo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora