Zee Pruk es un guapo adolescente, el cual recién llegado a la cuidad de Bangkok se enamora de su egoísta, promiscuo y temperamental vecino Sanit Suppapong de su misma edad. Este tiene un hermano llamado Saint dos años menor, quién suspirará en secre...
Saint vio desde la ventana de su habitación que Zee salía de su casa, rápidamente bajó corriendo las escaleras, salió afuera y siguió corriendo hasta lograr alcanzarlo.
-Hey Zee, ¿puedo hablar contigo?.
-Saint tengo prisa, debo hacer unos recados antes de irme-dijo el moreno abriendo la puerta del coche de su madre.
-Pero es importante- insistió el mas joven.
-Está bien, habla-dijo este suspirando resignado mientras se giraba tras cerrar la puerta.
-Emm...bue-bueno verás es que yo...eh...yo.
-¿Tú qué Saint?, dilo ya, no tengo todo el día-habló con molestia.
-M-Me gu-gustas mucho y qui-quiero que salgamos juntos-dijo finalmente el castaño cogiendo valentía.
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Zee que lo miró muy sorprendido pues no se lo esperaba, entonces sonrió con ternura.
-Saint, eres un chico muy dulce y te mereces fijarte en alguien que te ame como te mereces, solo debes esperarlo...lo siento pero ese alguien no soy y...
-Si, si lo eres-interrumpió el menor una vez perdido el miedo-...ya sé que estás mal por mi hermano pero tranquilo puedo esperarte.... Tan solo no te vayas, dame una oportunidad, por favor quédate conmigo el verano y verás que nost....
-No pequeño-Negó rotundo el moreno tocando su cabeza- ...Me alaga que un niño tan especial como tú sienta cosas por mí pero no funcionaría y es injusto para ti.
-Pero yo no soy un niño, tengo catorce y te amo-insistió el más joven con lágrimas en los ojos-... tú eres el amor de mi vida, lo sé... lo siento en mi corazón.
-Oye escuchame... yo amo a Sanit y aunque no funcionó, no quiero estar con nadie... Debo irme de aquí o me volveré loco, te lo digo en serio, búscate un chico de tu edad y olvídate de mí-sentenció Zee girándose de nuevo y subiendo al coche de su madre.
Saint se sentó en el borde de la acera y rompió a llorar desconsoladamente, mientras veía como se alejaba el coche.
-Yo te amo, tonto... yo te amo....
Cuando ya no le quedaron lágrimas que derramar, este regresó a casa y de nuevo se encerró en su habitación, estaba triste y también molesto, entonces se acercó a su librería y empezó a tirar sus libros al suelo, mientras gritaba furioso.
Sara que estaba con Sammy en su habitación salió al escuchar el ruido.
-¡Saint abre la puerta!, ¿Estás bien?, ¿Qué ocurre?, ¡Saint!-llamó preocupada.
-¡Vete!-Gritó este desde dentro-...¡No quiero ver a nadie!.
La chica suspiró mirando a su novia.
-¿Qué le habrá pasado?- preguntó preocupada.
-No lo sé, jamás se había puesto así.-contestó la morena volviendo a tocar a la puerta.
Finalmente los ruidos cesaron pero el chico no abrió la puerta, ni tampoco salió.
-Déjalo cariño, dale tiempo.... Tarde o temprano saldrá y te lo contará, no te preocupes-Dijo la novia de esta.
Sara asintió entristecida.
-Está bien, tienes razón... Él confía en mí y se que me lo dirá cuando se calme.
-Anda vamos a tomar algo a la cafetería, no me gusta verte tan triste.
