Zee Pruk es un guapo adolescente, el cual recién llegado a la cuidad de Bangkok se enamora de su egoísta, promiscuo y temperamental vecino Sanit Suppapong de su misma edad. Este tiene un hermano llamado Saint dos años menor, quién suspirará en secre...
El moreno iba camino a la Universidad en el coche de su padre, cuando de pronto a lo lejos vio caminando al castaño y un poco más adelante a su hermano mayor.
Estaba dispuesto a pasar de largo y seguir su camino pero entonces se sintió culpable de nuevo por lo sucedido con el menor en la noche anterior, así que finalmente paró el vehículo en la orilla de la carretera al lado de este.
-¿Subes?, te llevo a la Universidad-dijo tras bajar la ventanilla.
Saint lo miró confuso y luego miró hacia donde estaba su hermano, el cual se había girado y los observaba atentamente.
-No, mejor que no, gracias pero no quiero que Sanit me mate.
«Sé fuerte», pensó entonces el moreno, tras mirar también.
El más joven comenzó a caminar de nuevo, entonces tras chasquear la lengua, este se bajó del coche y rodeandolo, llegó junto a Saint y lo cogió del brazo.
-¿Que haces?, Iré andando como todos los días- Dijo este sorprendido y temeroso.
-Anda ven y no digas tonterías-insistió el mayor-...no tengas miedo, ese no matará a nadie.
Zee abrió la puerta del copiloto y acto seguido lo ayudó a subirse mientras que desde lo lejos, el otro hermano bufaba furioso.
Tras cerrar la puerta, el moreno volvió a rodear el coche y antes de volverse a subir, lo miró desafiante y con una sonrisa en la cara, aunque por dentro tenía un revuelo de emociones, el cual hacía que le temblaran las piernas.
-Sanit estaba muy molesto, pude sentir su rabia desde aquí-dijo el menor agarrado a su mochila.
-Si, lo sé pero me da lo mismo-habló este satisfecho tras sentarse... él mismo se lo ha buscado.
El castaño entonces sonrió.
-¿Eso quiere decir que no lo perdonarás, ni saldrás con él de nuevo?.
El moreno lo miró y negó con la cabeza.
-Ya no estoy dispuesto a sufrir más por él, aunque bueno, necesitaré de mucha ayuda.
-¿Ayuda?, ¿qué clase de ayuda?-preguntó extrañado Saint-...¿hablas de un psicólogo, un médico o...
El mayor chasqueó la lengua, acto seguido encendió el motor y reanudó la marcha.
-No, no...nada de eso.
-Entonces, ¿A que tipo de ayuda te refieres?
Zee se encogió de hombros.
-La verdad aún no lo sé, Saint pero cuando lo sepa serás el primero en saberlo- este sacó los ojos de la carretera por unos segundos y lo miró.
El castaño asintió conforme ante eso, mientras su corazón daba saltos de alegría en su pecho pues aunque no sabía lo que pasaría a partir de ese momento, el solo saber que Zee ya no volvería con su malévolo hermano, lo alegraba enormemente.
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Parece que las cosas están cambiando para nuestros chicos preferidos.
¿Qué pasará a partir de ahora?, ¿Saint será correspondido?, ¿Cómo enfrentará Zeea Sanit?... ¡¡¡Aiiiiinnnnssss... que nerviooooosssss...!!!
