Zee Pruk es un guapo adolescente, el cual recién llegado a la cuidad de Bangkok se enamora de su egoísta, promiscuo y temperamental vecino Sanit Suppapong de su misma edad. Este tiene un hermano llamado Saint dos años menor, quién suspirará en secre...
A media mañana de ese día, Sara entró en la casa de su familia sigilosamente seguida del moreno vecino, entonces subieron las escaleras y llegaron a la puerta del castaño.
La chica abrió y caminó hasta la cama donde este dormía tranquilamente.
-Saint...Saint-lo llamó susurrandole al oído.
-Oh, joder hermana, ¿Acaso quieres matarme de un infart...¿Qué hace él aquí?-preguntó molesto al ver a Zee en la puerta.
-Estaba harto de que no le constestases y me pidió ayuda, por cierto... creí que mamá te había dicho que fueses a la Universidad.
-No quiero-dijo el castaño haciendo un puchero y tapando su cabeza con la almohada.
-Te comportas como un bebé-dijo esta antes de salir.
Tras unos minutos de no escuchar ningún sonido, Saint se sacó de encima la almohada y levantó la cabeza, entonces se encontró con el moreno, el cual se había apoyado en la ventana y lo miraba fijamente.
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-Hace un tiempo, alguien me dijo que yo me estaba comportando como un cobarde-comenzó diciendo-...también que si huía lejos solo estaría escondiendome y no afrontaba los problemas, ¿Te suena?.
-Vete Zee, déjame tranquilo-dijo este volviendo a tapar la cabeza.
-Ese alguien fuiste tú y ahora resulta que él que está siendo un cobarde y escondiéndose eres t...
-¡Yo no soy un cobarde!- lo interrumpió Saint soltando un bufido.
El mireno rió sonoramente.
-¿Ah no?, ¿Cómo le llamas a pasarte los días aquí encerrado?, claro que eres un cobarde.
De repente, el menor se levantó molesto y caminó hasta este, quién había caminado hasta la estantería, luego de caminar tras mientras le hablaba.
-¡Vete!, ¡Vete!-Saint lo empujó con todas sus fuerzas, intentado sacarlo de la habitación-...¡Sara!, ¡Sara!.
-No te molestes, ella se ha ido, solo hizo el favor de abrirme.
El castaño entonces la hora.
-Todavía es mediodía, ¿Acaso tú tampoco has ido a clase?.
Este asintió quedándose en la puerta cuando éste dejó de empujarlo.
-Si he ido pero luego hemos venido para evitar que Sanit estuviese aquí y me cerrase la puerta en las narices como siempre ha hecho cuando he venido a verte.
Saint suspiró molesto.
-Por favor vete, no necesito que venga mi hermano y vuelva a destrozarmelo todo o me destroce a mí.
-Ah ¿o sea que es eso?, él se cebó con tus cosas y por eso ya no quieres hablarme y me evitas.
- Zee por favor, ¿por qué no vuelves a ignorarme como antes?, ¿por qué no sigues con tu vida?, olvida que existo.
Este negó.
-Ya no puedo hacer eso saint, eres mi amigo y me caes muy bien... No voy a amedrentarme, ahora ya no.
De repente escucharon cerrarse la puerta principal con un gran portazo y luego sonido de pasos subiendo la escalera con prisa.
-¡Joder, lo sabía!-exclamó Sanit al entrar como loco en la habitación y ver a su ex allí-...¿Qué coño estás haciendo aquí?.
El moreno sonrió y acto seguido por sorpresa, cogió a Saint por la cintura y lo besó en los labios.
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Tras romper el beso y mirarse mutuamente por unos segundos, el moreno sonrió y luego miró al anonadado pelo mechas.
