4. Un novio de mentira -Zaintsee Terminada

Doce

Dos días después

«Lo estoy haciendo, por fin me voy de este lugar, donde un día no muy lejano llegué y lo conocí. He sido muy feliz, si pero hoy me marcho con el corazón hecho pedazos y aunque prometí a mi padre y a mi hermana regresar antes de que empiecen las clases, no creo que pueda cumplir esa promesa, al menos no por el momento.

Estoy aquí sentado en este tren que me lleva lejos de ti, Sanit Suppapong. Espero poder olvidarte muy pronto para seguir adelante con mi vida. Jamás pensé volver a abrir mi corazón a alguien y sufrir de esta manera de nuevo pero parece que mi destino es fijarme en personas que solo me acaban lastimando.

Primero fue mi exnovio Peter, del que huí de Hong Kong y ahora vuelvo a hacerlo de aquí, de Bangkok por ti. En cuanto cure mis heridas, dejaré el amor a un lado y centraré mi cabeza y mi corazón en los estudios, creo que eso será lo mejor y también lo más sensato, al menos así no volveré a salir herido de nuevo»

Zee resopló molesto, no quería darle más vueltas a sus pensamientos pero no lograba apartarlos pues estos lo invadían constantemente.

Finalmente logró quedarse dormido acurrucado en el asiento, aún faltaban varios kilómetros hasta su destino, su nuevo hogar durante al menos los siguientes cuatro años y junto a una madre que no veía desde el divorcio y ella se fue de casa persiguiendo su sueño de ser cantante.

Mientras en el hogar de los Suppapong, el más joven permanecía encerrado en su cuarto sin salir y sin dejar de llorar, sus amados libros yacían aún en el suelo desde que dos días atrás, los tirara debido a su rabia y frustración por no lograr que el moreno desistiera de su empeño en irse tras rechazar su amor.

No sabía como iba a continuar con su vida ahora que había experimentado eso, ya no se sentía el mismo, ya no era tan inocente ni confiado, sentía amargura en su interior y un profundo y oscuro vacío en su corazón.

Zee era su primer amor, el único chico que había despertado su interés y del que se había enamorado sin remedio con el pasar de los días y aunque ese sentimiento había sido guardado con recelo a causa del noviazgo de este con su hermano, finalmente lo había revelado con ilusión y esperanza pero este lo había ignorado sin más.

De repente pensó en que tenía el consuelo de que el moreno se olvidaría al fin de su hermano y cuando estuviese curado regresaría de nuevo y quizás entonces podría aceptar su amor.

Al fin lo había entendido, se había precipitado y su hermana Sara tenía razón, entonces se sentó en la cama y miró a su alrededor comenzando a ordenar el desastre que había causado.

«Zee tan solo necesita tiempo y algún día lo descubrirá», pensó mientras esbozaba una pequeña sonrisa de esperanza.

-Él es el amor de mi vida, estoy completamente seguro y por eso lo esperaré...si eso haré, lo esperaré hasta que decida regresar de nuevo.