4. Un novio de mentira -Zaintsee Terminada

Cincuenta y uno

Zee y Saint comenzaron a besarse después de haberlo aclararlo todo y un beso llevó a otro más y a otro, hasta que ya los besos no fueron suficientes y el calor y el deseo dio paso a la necesidad de sentirse unidos totalmente.

Zee dejó caer a Saint sobre la cama y acto seguido se subió encima para seguir besándolo.

-Eres tan hermoso, te amo pequeño.

-Yo también te amo.

Poco a poco las prendas fueron sobrando y pronto los dos chicos se quedaron tan solo con su ropa interior tapando sus duras y palpitantes erecciones, rodando sobre sí mismos.

De repente Zee detuvo.

-¿Q-Qué ocurre?, ¿no q-quieres hacerlo?-preguntó sumamente excitado el castaño.

-Es tu primera vez y no sé si deberíamos hacerlo ahora, aún hace poco que has salido de un largo coma y no sé, me da miedo lastimarte.

Saint negó y besó su frente.

-Tranquilo, estoy preparado y quiero hacer esto desde que te conozco, sé que no me harás daño.

Zee asintió conforme y volvió a besarlo, luego de unos cuantos besos y caricias más, se sacaron las prendas que les faltaban y frotaron sus ergidas pollas jadeando de placer por las placenteras sensaciones que les causaban.

Rodaron una vuelta más en la cama y el castaño se quedó encima, entonces bajó hasta la entrepierna del mayor y empezó a chupar y lamer su miembro mientras este suspiraba y gemía agarrado a las sábanas.

-Oh jo-joder, pequeño, ¿S-Seguro que no has hecho e-esto antes?-balbuceó Zee sorprendido por la destreza de Saint en proporcionarle placer.

El menor asintió con el miembro de este aún en la boca.

-Oh joder, eres increíble amor, no dejas de sorprenderme, te amo.

Tiempo después, volvieron a rodar y le toco el turno al castaño, el cual también se deshizo en jadeos y suspiros de placer hasta que finalmente se corrió en la boca del moreno.

-Bien pequeño, ahora mojaré mis dedos e iré metiéndotelos mojó a poco, tranquilo.

Tras decir eso y darle un par de besos más, este introdujo uno en el estrecho agujero de Saint mientras que este soltaba un pequeño grito que ahogó tapando la boca con una mano.

-Tranquilo pequeño, pronto dejará de doler-susurró Zee empezando a sacar y meterlo.

Cuando el castaño empezó a jadear, este introdujo un segundo dedo y volvió a empezar de nuevo con las penetraciones.

El mayor sentía que su polla iba a reventar, se moría por introducirse en Saint pero no quería lastimarle más de lo necesario y causarle un trauma, así que la agarró y la masturbó un poco para liberar algo de presión.

Cuando ya el castaño estaba listo y empezó a pedir más, el moreno cogió en su mesilla un bote de lubricante y un condón y volvió con él.

Rápidamente le abrió bien las piernas, se puso de rodillas y alineó su polla con la entrada del menor comenzando a introducirse poco a poco.

-¡Oooh joderrr!, ¡oooh Dios mío! ...¡oooh mierda eres ernormeeee...!-gritó el castaño sintiendo como su culo se abría del todo para dejar paso a la dura e hinchada polla de su novio.

Zee soltó un placentero jadeo cuando se introdujo totalmente y sonrió triunfante, entonces esperó a que el castaño se adaptase a su grosor y acto seguido empezó a moverse.

Múltiples jadeos, gemidos y suspiros salieron de las bocas de los dos amantes con cada estocada que el moreno propinaba, sumiéndolos en una burbuja de amor, calor y sudor, excitantemente placentera.

Saint volvió a correrse, soltando un gran gemido mientras hilos de semen caían en su vientre, entonces Zee notó las contracciones de su esfínter en su necesitada polla apretandola, por lo que este no tardó en llegar al clímax también.

-¡Ooooh joooderrr...!, ¡Aaaaah...!

Tras terminar, este salió de Saint, se quitó el condón y cayó desplomado en la cama, agarrando su pecho intentando calmar sus latidos y jadeando sonoramente debido al cansancio por el esfuerzo que había hecho.

-¿Te ha gustado,amor?, ¿Lo he hecho bien?-preguntó preocupado el castaño.

Zee sonrió emocionado y se tumbó su cabeza en el pecho de este.

-Esto es lo más maravilloso que he hecho en mi vida, eres increíblemente maravilloso, amor, te amo.

Finalmente los dos chicos se besaron muy sonrientes, estaban plenos de felicidad y entonces se acurrucaron para descansar, disfrutando de la compañía del otro hasta que se quedaron completamente dormidos.