Novelas de Amor [NamKook] ~en Procesó~

capitulo 49

Recordaba a una linda chica de cabellos rubios brillantes como el sol, que rondaba por los pasillos de el colegio sin tener idea de adónde ir pues estaba sola y sin guía. Mientras que un NamJoon de apenas 14 años se encontraba leyendo un libro de sus favoritos, "la esposa del viajero" (como siempre). Pues no tenía muchos amigos, por su gusto "exagerado" por la literatura romántica, el era un total come libros.

la bella chica de tes clara se agacho a su lado, doblando delicadamente sus rodillas para intentar quedar a la altura de el chico que estaba inmerso en su lectura.

-hola, podrías ayudarme? - el moreno ante aquella petición se sonrojo, pues la había visto desde que llegó, sin decir nada. Muchas veces le dio miedo hablar con alguien que Eno conocía. Es decir todos.

-p-por supuesto -tartamudeo mirando aquella linda chica frente a el- en que t-te ayudo?- serró su libro para levantarse de manera lenta de dónde estaba.

-estoy perdida. Sabes cuál es el salón b-15? No lo encuentro.- le mostró un papel con el número escrito.

-este número no es... Es D-15, ven. Te llevo- hablo con más claridad haciendo una seña a la chica quien lo había seguido para llegar a su destino. Quizá el primero de la desgracia emocional de Kim

Habían pasado años de aquello, pero NamJoon aún lo recordaba con claridad, una sensación de emociones inimaginables resentidas en su pecho intentando salir disparadas. Nunca imagino que volvería a sentir su corazón derretirse con cada latido de nuevo, una persona lo estaba haciendo enamorarse.

Se paró recto suspirando, cerró la ducha de manera lenta, intentando no volver a recordarlo. Camino lento al espejo donde estaba el lavabo y se miro al espejo pensando _"¿como debo peinarme?" Movió su cabeza a los lados mirándose detenidamente sintiendo un escalofrió que lo recorrió de arriba a bajo.
¿De verdad estaba listo para salir con jungkook? Bueno, no es que fuera una cita romántica... O si?

Serró con fuerza sus ojos y apretó sus labios, no quería sentirse inseguro, no ahora. Este era su terreno, irían a un lugar que a él le encantaba, tenía la situación perfecta, tenía mucha oportunidad de hacer una cita perfecta si no se arrepentía ahora.

-vamos, tu puedes -se dijo así mismo para después abrir los ojos, tomo la crema facial y se la aplicó. Luego salió de el baño para ir directo a la ropa que su amigo había dejado, dependía de esa ropa para impresionar a jungkook. Realmente no, pero así lo sentía.

[...]

El moreno preparaba su mochila mientras miraba con detenimiento cada uno de los objetos que llevaría. Contaba cada uno de ellos como los tesoros tal cual eran; sus lentes, un telescopio de mano, una manta delgada para poner en el suelo, su cámara de panoramas y su teléfono. No pensaba en necesitar nada más para poder hacer el día complaciente o más bien, su noche, su cita. No tenía idea de cómo llamarlo, pero sabía que ese día sería tan especial como el se imagino durante la mañana que Jimin le había dado la idea de invitarlo.