Prólogo

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Leyó por décima vez los requisitos y controló si cumplía con todos ellos. Revisó cada uno de los papeles que se le solicitaban... también por décima vez, o quizás más.

El corazón parecía que se le saldría del pecho. Una emoción un tanto exagerada le recorría el cuerpo de pies a cabeza. Su mano sobre el mouse, parecía temblar.

Tomó aire.

Volvió a leer.

Revisó la página de arriba a abajo y viceversa.

Todos los archivos estaban cargados, sólo restaba hacer click en enviar y esperar.

El primer paso de un gran objetivo.

Tomó aire e hizo click.

La página demoró unos segundos que le parecieron eternos. Y finalmente, la ventana: "Solicitud enviada. Muchas gracias."


Sonrió. Estaba feliz.

Una parada en Colonia BasiliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora